domingo, 5 de diciembre de 2010

NOVEDAD NOVEDOSA

El título de esta entrada puede resultar chocante, pero no deja de ser una descripción cierta de la realidad. Por un lado, esta obra que presento es novedad, pues es, en este momento, el último título de la editorial Sígueme, en la colección Biblioteca de Estudios Bíblicos Minor. Por otro lado, es novedosa la publicación de esta obra porque es el primer título procedente de un protestante español. Nunca antes, hasta donde yo conozco, se había dado esta situación en esta editorial. Hasta ahora, Sígueme había tenido el acierto de publicar obras de autores protestantes tan diversos como Barth, Bultmann, Moltmann, Schweizer, Jeremias, Bornkamm, von Rad, Theissen, Luz, Bovon, Hurtado, entre otros. Sin la tarea encomiable de esta editorial católica, los protestantes españoles nunca hubiéramos leído a estos teólogos y biblistas protestantes en nuestra lengua. Pero faltaba un autor protestante español, y esta carencia acaba de subsanarse, con la publicación de "La Nueva Identidad de los Cristianos. El Himno a Cristo en la Carta a los Filipenses"de Sergio Rosell Nebreda. Sergio es profesor de Nuevo Testamento en el Seminario Evangélico Unido de Teología (SEUT) en El Escorial, Madrid. Su formación teológica la realiza en diferentes instituciones nacionales y extranjeras: Licenciado en Sagradas Escrituras por la Universidad Pontifica de Comillas (Madrid); Máster en Ciencias Religiosas por el Asbury Theological Seminary (Estados Unidos); Doctor en Teología por la Universidad de Pretoria (Sudáfrica). La obra es un estudio sociológico sobre el origen del cristianismo, basada en el himno cristológico paulino de Filipenses 2.6-11.
Vaya, desde estas líneas, mi felicitación a Sergio por su trabajo y a la editorial Sígueme por la publicación de esta obra de un protestante español. Confiemos que la primera de muchas. Esperemos que las editoriales protestantes tomen ejemplo y muestren más interés en la publicación de obras de reflexión teológica y de exégesis bíblica.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Church Dogmatics


Esta entrada es para compartir mi alegría por la reciente adquisición de la Church Dogmatics del gran teólogo del siglo XX Karl Barth. Este pensador suizo, que se opuso al liberalismo teológico de su tiempo, ya marcó un cambio de rumbo en el devenir teológico de su época con la publicación, en 1918, de un comentario a la Epístola a los Romanos, cuando aún era pastor de una parroquia local en Safenwill. También es destacable su participación en la resistencia contra Hitler, que le valió la pérdida de su cátedra en Bonn. Fue el redactor de la declaración de Barmen, texto de la Iglesia Confesante alemana, en rechazo a una iglesia alemana bajo los dictados del III Reich. Resulta relevante su concepto de la soberanía de Dios, como elemento central de su teología. Sin duda, su Dogmática es una de las obras selectas del pensamiento teológico cristiano a lo largo de los tiempos, a la altura, por ejemplo, de la Suma Teologica de Tomás de Aquino.

Por cierto, si alguien se pregunta cómo se puede obtener una obra así en un tiempo como éste, os digo que es un esfuerzo económico importante, pero a la vez relativo. Gracias al acuerdo entre las editoriales T&T Clark y Hendrickson, se puede adquirir esta obra por tan sólo $99,99, en christianbook.com

viernes, 8 de octubre de 2010

LA PALABRA

Los pastores bautistas de Madrid nos reunimos periódicamente, pretendidamente una mañana de lunes al mes, en un desayuno fraternal que nos recuerda otra fraternidad mayor. Dedicamos ese tiempo a estrechar lazos de amistad, compartir inquietudes, meditar en las Escrituras y orar, y reflexionar sobre temas relevantes al ministerio que el Señor nos ha encomentado. En la última reunión se nos presentó la nueva traducción de las Escrituras, realizada por Sociedad Bíblica, La Palabra. El Mensaje de Dios para Ti, a cargo del pastor bautista José Luis Andavert, director general de Sociedad Bíblica en España.
La Palabra es una traducción totalmente original, pues no depende de una revisión previa, como sucede con las diversas versiones de Reina-Valera, o con la Dios Habla Hoy y la NVI, dependientes de sus predecesoras en en lengua inglesa. La Palabra está realizada desde las lenguas originales hebrea, aramea y griega.

La Palabra es una traducción que se ha marcado a sí misma una exigencia alta, pues se presenta como 'la Biblia que los evangélicos estábamos esperando'. Sin duda un reto desafiante, pues no es habitual en el pueblo protestante español transitar de una versión de la Biblia a otra. Personalmente, reconozco mi dependencia de la Reina-Valera del 60, Biblia en la que apredí a amar las Escrituras y cuyos versículos brotan en mi mente de manera 'natural'. Pero es evidente que no debemos sacralizar ninguna versión de las Escrituras y sí recibir con expectativa la aportación que una nueva traducción puede ofrecer. En su valoración deben acompañarnos algunos criterios importantes, e innegociables:
- Trabajar con los mejores manuscritos existentes. Llegar a categorizar las múltiples variantes de lectura existentes ha sido un proceso difícil para los eruditos. Pero cabe destacar que, por ejemplo en el Nuevo Testamento, las dos ediciones existentes de sus textos (Nestle-Aland 27 y UBS 4) coinciden totalmente, salvo en el aparato crítico, cuestión, en este caso secundaria. No caigamos en el error de pensar que la versión de la Biblia que mejor conocemos es el criterio de evaluación de una nueva traducción.
- Aplicar correctos criterios de traducción. Este es sin duda el elemento más complejo de la tarea, pues no se trata de la mera traducción de palabras, sino del sentido e intención del texto y su(s) contextos(s). Esto no lo puede hacer cualquiera y, cada vez menos, en aislamiento. Aquí se sobrepasan los criterios técnicos (por más que esenciales) y se entra campos sociológicos y teológicos, entre otros. Los equipos de traducción tienen que ser multidisciplinares. ¿Cuándo una expresión significa una cosa u otra, es decir, cuando su sentido es el de común comprensión o el propio del subgrupo que lo refiere? Esto supera el ámbito estrictamente filológico. Además se pantea la irresoluble decisión de traducir de manera literal (respetando las dificultades que el texto original ofrece, aunque se entienda peor) o traducir de manera que se disipen esas dificultades, en pro de una mejor comprensión lectora. No hay recetas mágicas en este respecto, por lo que debemos valorar el esfuerzo de los traductores, que con resignación llevan el sambenito: traduttore, traditore.
- Conocer bien el español. Puede parecer una obviedad, pero la calidad final de una traducción se hace evidente en la riqueza del vocabulario vernáculo que maneja. El texto debe adeucarse a la comprensión del lector, a la vez que retar y enriquecer su capacidad lectora y de alcance intelectual. El idioma, el lenguaje, es una realidad viva, por lo que no podemos mantener fórmulas idiomáticas en desuso.
- Por último, y por más que la traducción de textos es una tarea muy humana, al trabajar con el texto bíblico no se debe olvidar esa realidad especial de la Biblia, que no está escrita con mera tinta sino con el Espíritu de Dios, que causa vida.
Así pues, recibimos con interés a La Palabra, esperando que sea una aportación positiva a esa hermosa tarea y longeva tradición de comunicar 'el Mensaje de Dios para mí'.

lunes, 7 de junio de 2010

¿Exégesis contextualizada?

El pasado sábado tuve la oportunidad de asistir a las conferencias que dictó el profesor Rafael Aguirre, catedrático emérito de Nuevo Testamento en la facultad de Teología de Deusto. El tema era “la Biblia y la exégesis socio-política: introducción y aplicaciones”. Rafael Aguirre es uno de los biblistas españoles más destacados, pionero en España en la aplicación de las ciencias sociales a la exégesis bíblica, a lo que suma un trato personal afable.

Al concluir la segunda de sus exposiciones, en la que el profesor Aguirre expuso ejemplos bíblicos que mostraban el valor que aportan a la interpretación bíblica las ciencias sociales, hubo un tiempo de preguntas. Fue la última de éstas, la que me hizo pensar, especialmente la respuesta a la misma.

Aguirre puso el ejemplo de un profesor de Biblia en Alemania, catedrático de una prestigiosa universidad germana, que había aceptado un puesto de profesor en una universidad norteamericana, donde ‘le pagaban más’. Ya disponía de todos los medios, recursos y prestigios posibles, pero aún así marchó a EEUU. Frente a esta situación, contraponía la experiencia propia de hacer interpretación de las Escrituras en, por ejemplo, El Salvador, bajo un árbol, bajo un sol y calor ‘de justicia’. La idea es contraponer una situación ‘fuera de la realidad’ (¿?), el despacho, secretarias, bibliotecas y buena posición social en Alemania, frente a una situación vital ‘muy real y cierta’, la de la gente humilde de El Salvador.

Todo esto, para llegar a concluir en la necesidad de hacer exégesis bíblica contando con la experiencia vital, la cercanía a la realidad, la mayor proximidad al contexto vital bíblico de las gentes de Latinoamérica. No sé si estaré haciendo una lectura excesivamente tendenciosa de las palabras de Aguirre si añado, ‘desde el lugar del pobre’. En definitiva, afirmó que para hacer teología, para interpretar correctamente las escrituras necesitamos, en un proceso que denominó ‘recontextualizar el texto’, usar las herramientas de la exégesis científica pero, además, la perspectiva de las gentes de Latinoamérica (lugar en el que, Aguirre afirma, se lee más la Biblia).

Debo reconocer que la respuesta me dejó perplejo. No es que no esté familiarizado con el enfoque, ni que aprecie el valor de lo que aporta. Pero no pude dejar de sentirme fuera de lugar, y lo que me preocupa aún más, de que se quedaban fuera de lugar las gentes de Europa. Soy un estudiante de la Biblia europeo, que enseño y sirvo a la iglesia del Señor en Europa (podría hacerme la víctima diciendo que ser bautista en España es tan marginal como pocas cosas en este mundo, pero…).

Sin que mis observaciones siguientes sean presentadas en orden de prioridad o importancia, me permito ‘pensar en voz alta’ y plantear(me):

- Acepto la crítica a la imposición teológica desarrollada durante siglos por iglesias y teólogos anglos y germanos en el mundo en desarrollo. Es una suerte de imperialismo necesario de corregir.

- Necesitamos desarrollar una teología contextualizada, en las que el Evangelio responda a las situaciones vitales de sus lectores.

- Si lo afirmado anteriormente es cierto, ¿por qué repetir el error de descontextualizar la teología, haciendo que los europeos leamos las Escrituras desde la óptica trasatlántica del sur, o del norte? Más allá de los esfuerzos por una teología global, ¿habremos de descartar esfuerzos de reflexión teológica en Europa o EEUU? ¿Sólo teología de la culpa?

- Creo que es caricaturesco pensar que todos en Europa son ricos y pudientes y que, por tanto, en Europa sólo hay que hacer teología conscientes de la realidad ‘allende los mares’. ¿No tenemos nada que decir a los millones de inmigrantes y desplazados que llenan nuestras capitales? ¿No hay reflexión posible para las amplias clases medias que componen nuestras ciudades, porque comen todos los días? ¿Ni para los pequeños comerciantes que ven cerrarse el negocio familiar de toda una vida? ¿No hay esperanza Evangélica para los millones de parados, que ciertamente no viven en una favela, pero que pierden sus empleos y no pueden hacer frente a sus hipotecas y se ven abocados al desahucio? ¿Debemos ignorar las necesidades de nuestra juventud, porque pertenecen a la generación de Internet y del videojuego, y no atenderles en su crisis personal y de futuro? ¿Debemos decir a tantos profesionales cualificados sin empleo que no se quejen más, por la suerte que tienen de haber estudiado aunque sus vidas estén sin perspectiva? ¿No habremos de ejercitar nuestra vocación profética y denunciar la construcción social que hacen nuestros políticos, sobre el fundamento económico? ¿Haremos irrelevante la crisis de valores que sufren nuestras sociedades, porque en definitiva no es más que peccata minuta, frente a tragedias en otros lugares?

- ¿No hay cierta inclinación a la condena a priori en la constante descalificación de la teología y los teólogos europeos? ¿Cuánto tiempo tendremos que estar disculpándonos por ese oneroso pasado? ¿Cuándo podremos hacer teología para Europa, sin que se lea y juzgue desde sensibilidades foráneas, y por tanto descontextualizadas para nosotros? ¿No hay necesidad de encarnar el Evangelio en Europa y para Europa?

- Me resulta paternalista que teólogos europeos, por más españoles que sean, aunque cercanos y solidarios con Latinoamérica y simpatizantes con las teologías de la liberación, asuman que son la voz de los pobres. Y esto también podría decirse de teólogos latinoamericanos. Podría poner suficientes ejemplos de cuan diferentes (y cuasi-burgueses) acaban siendo esos intelectuales ‘de la liberación’. ¿Cuán real y fidedigna es esa voz? ¿Se reconocen en ella los pobres? Leía a un teólogo argentino que afirmaba que la teología de la liberación eligió a los pobres, y los pobres eligieron a los pentecostales, lo cual refleja bastante bien la situación, creo. El profesor Antonio González, en una más que recomendable reflexión sobre el tema afirma:

Recordemos que una de las intuiciones fundamentales de esa teología era
precisamente la "perspectiva del pobre''. La teología de la liberación afirmaba
que los pobres se encuentran en una situación privilegiada para entender el
Evangelio. Por eso el Evangelio de Jesús y de las primeras comunidades
cristianas se había dirigido primeramente a los pobres. La teología, se decía,
tiene que aprender de los pobres. La teología, se decía, es acto segundo,
mientras que la práctica cristiana, especialmente la de los pobres, es el acto
primero. Cuando los pobres no actúan tal como esa teología había previsto, ¿hay
que solucionar simplemente el asunto declarándolos alienados e ignorantes? ¿O
hay que revisar críticamente esa teología? Se trata de un dilema importante,
porque es precisamente la fidelidad a uno de los principios de esa teología lo
que inevitablemente parece conducirnos más allá de la misma, al menos más allá
de sus formas clásicas. No se trata de la fidelidad a un principio meramente
teológico. Se trata de un principio que parece anclado claramente en el
testimonio del Evangelio. Y se trata de la fidelidad y del respeto a los pobres
mismos y a su experiencia religiosa. En lugar de querer ser "voz de los sin
voz'', ¿no tiene sentido tratar de escuchar las voces de los pobres y de sus
iglesias, aunque esas voces suenen estridentes a los oídos cultos y medio
europeos de los teólogos? (Antonio González, “El pasado de la teología y el
futuro de la liberación”. http://www.centroseut.org/articulos/s2/separ049.pdf).

Nadie entienda mi reflexión como un rechazo a las propuestas del profesor Aguirre o de las teologías de la liberación en global. Pero, quizá por mi propia formación, necesito mirar críticamente cuanto se me plantea. No dar nada por sentado sin reflexión. Eso, por cierto, lo aprendí de los teólogos de la liberación.

domingo, 30 de mayo de 2010

ESTOY CANSADO (rectificación)

(El siguiente artículo aparece en lugar del anterior bajo el mismo título. El que a continuación podéis leer parece ser el original que 'inspiró' el otro)

¡Estoy cansado! por Ricardo Gondim

¡Me cansé! Entiendo que el mundo evangélico no admite que un pastor confiese su cansancio. Conozco muchos pasajes de la Biblia que prometen restaurar a los inválidos. Comprendo que el profeta Isaías enseña que Dios restaura las fuerzas de aquel que ha perdido el vigor. También se que Jesús da alivio a los cansados. Por eso, ya me preparo para las censuras de aquellos que van a escandalizarse con mi confesión y considerarán que soy un derrotista. Sin embargo, no puedo disimular: me encuentro exhausto.

No, no me cansé de Dios o de mi vocación. Continúo entusiasmado con lo que hago; amo a Dios, como también amo a mi familia y a mis amigos. Permanezco esperanzado. Mi agotamiento tiene otras fuentes.

Me cansa el discurso repetitivo y absurdo de aquellos que mercadean con la Palabra de Dios. Ya no aguanto más que se tomen versículos sacados del Antiguo Testamento, que se aplicaban a Israel, para vender ilusiones a quienes llenan las iglesias buscando alivio. Esa posibilidad mágica de revertir una realidad cruel me destruye, porque se que es pura propaganda engañosa. Me cansé de los programas radiales donde los pastores no anuncian más los verdaderos contenidos del evangelio; porque gastan el tiempo alardeando las virtudes de sus propias instituciones. Causa hastío saber de las infinitas campañas y reuniones de oración, todas con el propósito exclusivo de abarrotar sus templos. Considero a los amuletos evangélicos cosas horribles. Me cansé de tener que estar explicando la abismal diferencia que existe entre la verdadera fe bíblica y las creencias populares supersticiosas.

Me cansa la lectura simplista que algunos sectores evangélicos hacen de la realidad. Me siento triste cuando percibo que la injusticia social es vista como una conspiración satánica, y no como fruto de una construcción social perversa. No se consideran los siglos de preconceptos, ni que existe una economía perversa que opera privilegiando a las elites desde hace siglos. No aguanto más cultos para atar demonios o para quebrar las maldiciones que están sobre Brasil y sobre el mundo.

Me cansa la aburrida repetición de las teologías sin creatividad ni riqueza poética. Siento lástima de los teólogos que se contentan reproduciendo lo que otros escribieron hace siglos. Presos por los moldes de sus escuelas teológicas, no logran admitir que existen otros puntos de vista en la lectura de las Escrituras. Conviven con una teología prefabricada. No alcanzan a ver su pobreza porque creen que basta profundizar en el conocimiento “científico” de la Biblia, y develarán los misterios de Dios. La aridez fundamentalista agota mis fuerzas.

Me cansan los estereotipos pentecostales. Que doloroso es observarlos: sin una nueva visitación del Espíritu Santo, buscan crear ambientes espirituales con gritos y manifestaciones emocionales. No hay nada más desolador que un culto pentecostal con una coreografía cuidadosa, pero sin vitalidad espiritual. Me cansé, incluso, de los chistes contados por los propios pentecostales sobre los dones espirituales.

Me cansé de escuchar historias sobre evangelistas extranjeros que vienen a soplar sobre las multitudes. Me dejan desanimado porque sé que provocan a las personas a “caer bajo el poder el Dios” para sacar fotografías o grabar el acontecimiento y después hacer fortunas en sus países de origen.

Me cansan las preguntas que me hacen sobre la conducta cristiana y el legalismo. Recibo todos los días varios mensajes electrónicos de personas que me preguntan si pueden beber vino, usar piercing, hacerse tatuajes, recibir tratamiento con acupuntura, etc. La lista es enorme y parece inacabable. Me cansa esa mentalidad pequeña, que no sale de las insignificancias, que no concibe un ejercicio religioso más noble; que no piensan en los grandes temas. Me cansa la gente que necesita bozales, que no sabe ser libre y no logra caminar con principios. Considero intolerable convivir con aquellos que se conforman a una existencia bajo el dominio de la ley y no del amor.

Me cansan los libros evangélicos traducidos al portugués. No tanto por las traducciones mal realizadas, tampoco por los ejemplos tomados del golf o del béisbol, que nada tienen que ver con nuestra realidad. Me cansan los paquetes prefabricados y el pragmatismo. Ya no aguanto más libros con diez leyes o veintiún pasos para cualquier cosa. No logro entender como una iglesia tan vibrante como la brasileña necesita copiar los ejemplos del Norte, donde la abundancia es tanta que los profetas denuncian el pecado de la complacencia entre los creyentes. Me cansé de tener que opinar si estoy de acuerdo o no con un nuevo modelo de iglecrecimiento copiado y que está siendo adoptado aquí en Brasil.

Me cansa la falta de belleza artística de los evangélicos. Hace poco tiempo fui a ver un show de música evangélica, sólo para salir de allí devastado. La música era mediocre, la poesía ordinaria, y lo peor, se percibía el interés comercial tras el evento. Que diferente del día que me senté en la sala San Pablo, para escuchar la música que Johann Sebastian Bach (1685-1750) compuso sobre los últimos capítulos del Evangelio de San Juan. Bajo la batuta del maestro, subimos al Gólgota. La sala se llenó de un encanto mágico en los primeros acordes; cerré los ojos y me sentí en un templo. El maestro era un sacerdote y nosotros, la platea, una asamblea de adoradores. No logré contener mis lágrimas en los movimientos de los violines, oboes y trompas. Aquella belleza no era de este mundo. Envueltos en misterio, transcendíamos la mecánica de la vida y nos transportábamos para el lugar donde Dios habita. Mis lágrimas en aquel momento también fluían con pesar por la distancia estética de la actual cultura evangélica, contenta con tan poca belleza.

Me cansa tener que explicar que no todos los pastores son ambiciosos y que las iglesias no existen para enriquecer a su liderazgo. Me cansé de tener que dar explicaciones todas las veces que hago cualquier negocio en nombre de la iglesia. Tengo que demostrar que nuestra iglesia no tiene ninguna deuda impaga, que no es rica y que vivimos con un presupuesto ajustado. No existe nada más extenuante que ser obligado a demostrar, a familiares y amigos no evangélicos, que aquel último escándalo del periódico no representa a la gran mayoría de los pastores que viven dignamente.

Me cansan las vanidades religiosas. Es agobiante observar a los líderes que adoran cargos, posiciones y títulos. Desprecio los acuerdos políticos que arreglan las elecciones para los altos puestos denominacionales. Me cansé de las vanidades académicas, con las maestrías y los doctorados que solo enriquecen los currículos y generan una tonta soberbia. No soporto escuchar que otro más se autoproclamó “apóstol”.

Sé que estoy cansado, sin embargo, no permitiré que mi cansancio me vuelva cínico. Decidí luchar para no atrofiar mi corazón.

Por eso, elijo no participar de una máquina religiosa que fabrica íconos. No me pelearé por los primeros lugares en las fiestas solemnes patrocinadas por gente importante. Jamás ofreceré mi nombre para componer la lista de oradores de cualquier conferencia. Renuncio a querer adornar mi nombre con títulos de cualquier especie. No deseo ganar aplausos de auditorios famosos.

Buscaré la convivencia de los pequeños grupos, preferiré comer con los amigos más queridos. Mi refugio será al lado de personas simples, pues quiero aprender a valorar los momentos sencillos de la vida. Leeré más poesía para entender el alma humana, más novelas para continuar soñando y mucha buena música para hacer la vida más hermosa. Deseo meditar otras veces delante de la puesta del sol para, en silencio, agradecer a Dios por su fidelidad. Quiero volver a orar en lo secreto de mi cuarto y a leer las Escrituras como una carta de amor de mi Padre.

Es posible que otros se encuentren tan cansados como yo. Si ese es tu caso, te invito a cambiar de agenda; romper con las estructuras religiosas que absorben las energías; volver al primer amor. Jesús afirmó que de nada sirve ganar el mundo entero y perder el alma. Todavía hay tiempo de salvar la nuestra.

Soli Deo Gloria.

martes, 18 de mayo de 2010

MISIÓN MADRID


La Comunidad Bautista de Madrid ha puesto en marcha un proyecto misionero, denominado MADRID 2015. El propósito es continuar en la extensión del Reino de Dios en nuestra Comunidad de Madrid, buscando compartir la esperanza de vida en Jesucristo.

¿Cuáles son nuestros objetivos cuantificables?:
- 40 puntos de testimonio bautista
- 3000 miembros bautizados

¿Cómo llevaremos adelante este reto?
- Motivando a cada iglesia constituida a abrir, al menos, un nuevo punto de testimonio.
- Ayudando a que los puntos de misión existentes se conviertan en iglesias estables y crecientes.
- Consolidando iglesias que pasan por una situación presente inestable.

Los recursos con los que contamos son diversos, pero nada puede sustituir la dedicación y testimonio de cada creyente, de cada iglesia local. Este es el fundamento de MADRID 2015. Iglesias ilusionadas y comprometidas en la misión cristiana de hacer discípulos. A esto se suma la Comunidad Bautista de Madrid, como agente de acompañamiento en la tarea. Un acompañamiento activo que supone:
- Motivación para la tarea
- Facilitación de recursos
- Formación en la visión y el desempeño misionero
- Evaluación periódica del proyecto

Para este propósito creamos MISIÓN MADRID, un encuentro anual en el que las iglesias podrán atender seminarios formativos, recibir información sobre recursos y materiales disponibles para la tarea, intercambiar experiencias, conocer agencias misioneras especializadas, entre otros.

El encuentro de este año tendrá lugar el sábado 22 de mayo, a las 10:00 horas. El lugar del evento será la iglesia bautista "El Buen Pastor" (Pza. Getafe, 1. Madrid) Este es el programa:

10:00 – 10:45 Bienvenida y presentación temática
10:45 – 11:00 Presentación periódico “Puerta Abierta”
11:00 – 11:15 Ministerio “Decisión”
11:15 – 11:30 Ministerio “Nueva Luz”
11:30 – 12:15 Descanso + visita stands
12:15 – 12:30 Ministerio “Sociedad Bíblica”
12:30 – 12:45 Ministerio “TCCH”
12:45 – 13:05 Experiencia “Toledo”
13:05 – 13:25 Experiencia “Alcobendas”
13:25 – 13:45 Reto MEM-CBM
13:45 – 14:00 Oraciones – Despedida

¡NO TE LO PIERDAS!

martes, 23 de febrero de 2010

ARTÍCULO: IGLESIAS E INTEGRACIÓN

Os comparto la información de un artículo que me publica la revista Conciencia y Libertad, editada por la Asociación Internacional para la Defensa de la Libertad Religiosa. Su último número lo dedica a PROCESOS MIGRATORIOS Y LIBERTAD RELIGIOSA: ALGUNA REFLEXIONES. La mayor parte de los artículos recogidos enfocan aspectos históricos y religiosos, a excepción del que yo escribo, "Iglesias e Integración", desde una perspectiva bíblica. Mi artículo, así como el del Dr. Máximo García, ya apareció con anterioridad en un libro que recogía las ponencias presentadas en las jornadas sobre Iglesia e Inmigración celebrada en el Seminario Teológico UEBE. Tan solo lamentar que esta nueva publicación del artículo no incluye las notas al pie y la bibliografía que aparecían en el texto original. Si alguien no puede conseguir la revista o el libro y tiene interés en el artículo completo, puedo enviárselo a su dirección de correo-e.

jueves, 18 de febrero de 2010

BAUTISTAS ESPAÑOLES EN HAITÍ

La tragedia vivida en Haití no escapa al conocimiento y sensibilidad de cualquiera de nosotros. Somos muchos los que estamos colaborando en los múltiples proyectos de ayuda a las gentes de ese país. Entre ellos los bautistas españoles.

Aunque no es el momento de centrar nuestras energías en cuánto de esa ayuda revertirá directamente en el pueblo haitiano, y no en mafias y políticos corruptos (muchos, por cierto), no es un tema que deba despreocuparnos, puesto que mucha gente acaba inclinándose por una postura cínica y descreida que les lleva a no aportar nada, "para que al final se lo queden todo los mismos de siempre".

Lo cierto es que, ante esa situación, debemos confiar en que la mayor parte de lo enviado sí llegará y beneficiará a las gentes de Haití. Es tanto el sufrimiento y la necesidad de ese pueblo que no podemos permanecer impasibles ante la duda. Como personas, y especialmente como cristianos, tenemos que actuar con misericordia y caridad, como Jesús nos enseñó; siempre con un corazón movido a misericordia ante el sufrimiento del prójimo.

Los bautistas españoles hemos optado por una vía de ayuda que responde al lema de trabajo:

"SIN INTERMEDIARIOS NI EXCLUSIONES. CON FACTURAS, FOTOS Y TRANSPARENCIA".

Estamos seguros de que cada céntimo donado será invertido para el propósito al que se da. Estamos trabajando directamente sobre el terreno, con nuestros recursos y con nuestra gente. De hecho, podemos seguir el desarrollo de la ayuda bautista en el blog del Ministerio de Obra Social de la Unión Evangélica Bautista de España (UEBE), que coordina el pastor Daniel Banyuls: http://fundacionabside.blogspot.com/

También los bautistas de Madrid estamos comprometidos en esta tarea. Además de la donación económica en las cuentas habilitadas para ayuda a Haití (ver abajo), estamos haciendo gestiones para enviar un contenedor con material hospitalario diverso que incluye mesas y material de quirófano, material quirúrgico, medicinas, tiendas, además de cocinas industriales, camas, ropa, alimentos, incluso material didáctico diverso, útil para establecer una guardería. Todo ello, esforzada y eficazmente gestionado por la directoria de Obra Social de la Comunidad Bautista de Madrid, Elisabet Suárez, que ahora está en el proceso de gestión del envío de dicho contenedor.

Sigamos firmes en la tarea de ayudar a quienes tanto lo necesitan.

CUENTAS DE AYUDA A HAITÍ:

UEBE: 2100-3456-18-2200150062 de la Caixa (Concepto: Ayuda Haití)
CBM: 2038-0603-21-3045915962 de Caja Madrid (Concepto: Ayuda Haití)

lunes, 15 de febrero de 2010

BONHOEFFER Y LOS SALMOS

Acabo de recibir las novedades editoriales de Desclee de Brouwer y encuentro, para mi agrado, el que fuera último libro que publicara Bonhoeffer antes de su ejecución por parte de los nazis en 1945. Su título es "Los Salmos, El Libro de Oración de la Biblia. Una Introducción." Cuán agradecidos debemos estar a editoriales seculares y religiosas no evangélicas por acercarnos, en español, la obra de autores protestantes que, de otra manera, pasarían inadvertidos para la mayoría.
El libro recoge reflexiones surgidas en Finkenwalde, la población en la que se ubicaba el seminario en el que Bonhoeffer enseñó y dirigió a partir de 1935. Ese mismo año, el seminario fue declarado ilegal y pasó a la clandestinidad. En 1937 fue finalmente clausurado y 27 de sus estudiantes fueron detenidos por la Gestapo. La obra clásica de Bonhoeffer, "El precio de la gracia", fue escrito durante este periodo de su vida. El gran activista cristiano desrrolló en Finkenwalde la disciplina de la meditación y la oración comunitaria, sirviéndose del libro de los Salmos. Tras su paso por Finkenwalde, publicó este libro como memoria de aquella vivencia, sin el requerido permiso del Comité del Reich para la Regulación de la Literatura.

Reproduzco, a continuación, la nota de presentación de la obra que provee la editorial:
Este libro de Dietrich Bonhoeffer nació como respuesta a la interpelación inmediata de los acontecimientos y a la exigencia de un servicio necesario en la comunidad. Es un testimonio de su oración cotidiana y comprometida: la oración enseñada y practicada en la quietud de Finkenwalde, la oración que no desfalleció tampoco en quien se convertiría en el crítico de la interpretación «religiosa» de la fe. Bonhoeffer no dejó nunca, ni siquiera en la cárcel, de orar los Salmos como participación en el ser de Cristo, a quien supo seguir radicalmente. Estamos, por tanto, en presencia de un documento que nos permite comprender la extraordinaria fuerza de este testigo de Cristo.
Dietrich Bonhoeffer, teólogo y mártir, es uno de los más importantes testigos cristianos del siglo XX. Su resistencia frente al régimen nazi, su prisión y su ejecución muestran cuál fue para él «el precio del seguimiento» sobre el que tan elocuentemente escribió. Los salmos: el libro de oración de la Biblia fue el último escrito publicado en vida de su autor antes de que se le prohibiera escribir en 1941.

miércoles, 10 de febrero de 2010

USHAW MOOR BAPTIST CHURCH

Esta entrada llega con mucho retraso, pues se refiere a mi visita a Inglaterra, junto a mi familia, el pasado mes de noviembre. Pero no quería que dejar pasar la ocasión para recordar una experiencia formidable. Fuimos invitados por la iglesia bautista en Ushaw Moor para celebrar su aniversario. Tuve a mi cargo la predicación en los tres cultos especiales del sábado y domingo, pudiendo compartir, una vez más, la Palabra y fraternidad con esa querida comunidad. Fue un tiempo de grandes emociones. Volvíamos a Durham, al lugar donde habíamos vivido durante cuatro años y donde nació Laura. Volvíamos a la iglesia de Ushaw Moor, donde fui pastor por tres años. Pudimos abrazar a hermanas y hermanos muy queridos, que nos recibieron con mucho cariño y gran hospitalidad.
Fue un buen regalo poder hacer este viaje... ¡y un buen recordatorio de cuánto hacía que no predicaba en inglés, ni conducía por la izquierda, ni comía a las 17:30! Sin duda, mereció la pena.
(En breve os contaré sobre mi viaje en enero a República Dominicana)

lunes, 8 de febrero de 2010

400 ANIVERSARIO BAUTISTA EN BUENAS NOTICIAS TV

LA COMUNIDAD BAUTISTA DE MADRID (CBM) CELEBRA DISTINTOS ACTOS POR EL 400 ANIVERSARIO DEL MOVIMIENTO BAUTISTA.
Cerca de un millar de personas se reunieron la tarde del sábado 7 de noviembre en el auditorio Betel para ofrecer un culto de acción de gracias a Dios por su fidelidad durante estos 400 años en la vida de las iglesias bautistas en el mundo. El culto fue presidido por el pastor Dr. Fernando Méndez Moratalla, presidente de la CBM; participaron dos coros, uno de adultos (50 voces, más orquesta) y otro de niños (35 voces) formados para la ocasión; un excelente grupo de alabanza dirigió los cantos congregacionales; recibimos en pantalla el saludo de nuestros misioneros en Guinea; tuvimos distintas referencias a nuestra historia y creencias, destacando la proyección del DVD sobre Thomas Helwys; entre otras participaciones. La expresión cristocéntrica de nuestra fe y la centralidad de las Escrituras se hicieron patente en distintas lecturas de la misma y en una inspiradora predicación de la Palabra a cargo del pastor Dr. David Coffey, presidente de la Alianza Bautista Mundial.
Por la mañana de ese mismo día, un centenar de personas asistieron a la “Jornada IV Centenario Bautista”, presidida por el pastor Samuel Serrano, director de educación de la CBM, en la que se versó sobre temas de historia e identidad, misión y presencia bautista en el mundo de hoy, a cargo de excelentes ponentes como los profesores Julio Díaz, Samuel Escobar y David Coffey.
Previamente, en la noche del viernes, 30 pastores y cónyuges celebraron una cena especial, que incluyó una charla a cargo del pastor Coffey, sobre los “10 Mandamientos del Liderazgo”. El equipo de “Buenas Noticias TV” realizó varias entrevistas y grabó partes del culto para una próxima emisión en televisión. El programa resultante lo podemos ver a continuación: