lunes, 30 de abril de 2012

LLEVAR LA CRUZ DE UN PASTORADO DIFÍCIL


Charles Simeon no era tu pastor típico. Aunque me gustaría que lo fuera. Y su congregación, la Iglesia Holy Trinity en el campus de la Universidad de Cambridge, no sería tu iglesia habitual. Y me alegro de que no lo sea.

Ven y verás a qué me refiero.

Hace doscientos años, los estudiantes de Cambridge estaban obligados a asistir a la iglesia y, periódicamente, recibir la Cena del Señor. Charles Simeon, un estudiante de primer año en Cambridge en 1779, no era cristiano pero de alguna manera entendía la importancia de la comunión. 

Para prepararse, él compró el único libro religioso del que jamás había oído hablar: “Whole Duty of Man”. Y, en poco tiempo, cayó de rodillas implorando la  misericordia de Dios. Fue una verdadera conversión de la que Simeon nunca se recuperaría.

Después de su graduación, Simeon, con la ayuda de su influyente padre, fue ordenado y nombrado pastor de la Iglesia de la Santísima Trinidad en Cambridge.

Era el trabajo soñado de Simeon... pero no por mucho tiempo.

Es difícil imaginar el aislamiento de un pastor evangélico en los pasillos de Cambridge en la década de finales de 1700, apenas tres años después de su conversión.

A solas con su nueva fe, escribió: "Yo deseaba conocer a alguna persona espiritual que tuviera los mismos sentimientos y puntos de vista. Estoy pensando, incluso, poner un anuncio en los periódicos que diga: ‘Yo soy un joven clérigo que se siente un indigno pecador. He mirado a Jesús para mi salvación y deseo vivir sólo para dar a conocer al Salvador. Tengo la esperanza de que haya alguien por ahí cuyas creencias están de acuerdo con las mías. Pero después de tres años no he encontrado ninguno.’"

Para empeorar las cosas:
* La congregación de la Santísima Trinidad no lo quería como su pastor. * Los miembros de la Iglesia boicotearon sus servicios y los dueños de los bancos en la iglesia dejaron de usarlos. * Para proporcionar asiento, Simeon colocó bancos en los pasillos, pero los ujieres los quitaron. * En ocasiones, los líderes de la iglesia cerraban con llave las puertas, para impedirle oficiar los cultos. * Los estudiantes de la universidad de Rowdy protestaron contra la predicación de Simeón con obscenidades y disturbios, y Simeon fue atacado con huevos podridos mientras salía de la iglesia. * El cuerpo docente lo trató con desprecio. Le calumniaron y condenaron al ostracismo.

¿Por qué tanto abuso? Debido a que Simeon enseñó con fidelidad y constancia la verdad de la pecaminosidad del hombre y el perdón generoso disponible en Cristo.

Pero, ¿cuánto puede un hombre aguantar? Incluso los pastores más piadosos tienen un límite!


Un día Simeon dio un largo paseo por el bosque para ofrecer a Dios su renuncia: "¡No puedo soportarlo más, Señor, yo no puedo!" Encontró un tronco para sentarse, y abrió su Biblia al azar esperando la confirmación divina. En su lugar, la Biblia se abrió en un versículo solitario: "Se encontró a un hombre de Cirene, de nombre Simón, y le obligaron a llevar la cruz de Cristo."

Charles Simeon, un pastor agotado y derrotado, por fin vio su situación a través de otros ojos. "Señor, ponla sobre mí; llevaré con gozo la cruz por ti!".

Poco a poco, la tendencia cambió. Un número creciente de estudiantes, impresionados por su coraje, fueron a escucharle hablar. Los dueños de los bancos, asombrados de su determinación, volvieron a abrir sus bancos. Compañeros profesores, curiosos por su tenacidad y su inteligencia, fueron a él para aprender y admirarle.

Fue pastor de la Iglesia Santísima Trinidad durante 54 años.

Por último, a los 77 años, Simeon fue llamado a la presencia de Dios. Había llegado a ser tan querido que cuando murió todos los comercios en Cambridge cerraron, las clases de la universidad fueron suspendidas, y la cola de los que fueron a su velatorio daba varias vueltas a la universidad, a la espera de dar su tributo final a su fiel pastor.

Algunos pastorados son más difíciles que otros. El tuyo puede ser uno de ellos. Pero, como Simeón, debes estar dispuesto a llevar la cruz por amor a Cristo.

Ron Walters

Senior Vice President Ministry Relations

© Copyright 2012 por Ron Walters (The Pastor's Corner)

miércoles, 18 de abril de 2012

MITO BAUTISTA


Cuatro años en Inglaterra no pasan sin dejar huella. En mi caso muy positiva, por muchas razones, que no voy a relatar ahora. Sirva para esta reflexión decir que fue un tiempo en el que, entre otras muchas cosas, pude conocer pastores, profesores y líderes denominacionales bautistas, de los que pude aprender mucho. Ahora mantengo el vínculo con ese amplio contexto bautista por medio de diferentes blogs, en los que sigo bebiendo en la experiencia y sabiduría de colegas británicos. Es un contacto virtual que merece la pena pues, quizás porque van por delante de nosotros los bautistas españoles en muchas cosas, uno aprende de sus reflexiones honestas y abiertas, más allá de la coincidencia o no con ellas. Pero esa honestidad y apertura es la que me llama la atención, pues no es algo que veo aquí, tan dados al 'todo va bien' y al ocultamiento de la realidad, que como decía un profesor mío no se puede, finalmente negar, pues 'las cosas son como son y no como nos gustaría que fuesen'. No hay nada oculto que no haya de salir a la luz...
En la actual coyuntura que está viviendo la Unión Bautista de Gran Bretaña, los bautistas ingleses, vamos, crean los espacios para que cualquiera pueda aportar en la continuada discusión y análisis de la situación, para intentar encontrar soluciones. No hay reproches ni lamentos victimistas. Hay una situación que no tiene sentido ocultar, y en la que todos son invitados a participar.
En este contexto de afrontamiento de situación, y ante la tentación o actuación de algunas iglesias locales de inhibirse del problema denominacional, me gustaría compartir una aportación de un pastor bautista inglés, Andy Goodliff, que quizás nos pueda servir a nosotros, 'si es que alguna vez nos sobreviviera crisis alguna, claro está':

DESAPRENDIENDO (EL MITO) DE LA INDEPENDENCIA BAUTISTA
Creo que hay un pecado generalizado entre los bautistas que fomenta el individualismo y la independencia. Se ha insertado profundamente en nuestra teología y práctica cotidiana, en parte porque vivimos en una sociedad muy individualista. Hay, en concreto, dos citas de Colin Gunton que se han fijado en my psique teológica, que creo que son útiles para precisar este pecado bautista. La primera dice: ‘el individualismo es un credo de desunión, porque enseña que yo no necesito a mi prójimo para ser yo mismo’.[1] El individualismo fomenta la autosuficiencia, que cree que estamos completos en nosotros mismos. Por ello, la versión popular de la eclesiología bautista cree en la autosuficiencia de la iglesia local; la iglesia local está completa en sí misma, cualquier relación con otras iglesias son un segundo nivel, son un extra añadido, quizás importante, pero no necesario. De muchas maneras, las ayudas del ministerio de Misiones Nacionales fomenta esta creencia. La meta es ser autosuficiente, independiente de ayuda alguna – eso es éxito.
La segunda cita de de Gunton dice: ‘[el Espíritu] nos libera al traernos a una comunidad: al capacitarnos para estar con y por el hermano y la hermana a quienes no hemos elegido’.[2] La acción salvífica del Espíritu nos salva del individualismo y afirma que nuestro estar en relación con otros es lo que es estar en Cristo. Tan solo podemos ser plenamente nosotros mismos, tan solo podemos ser totalmente aquello para lo que Dios creó la humanidad, si somos personas en relación. Esto nos plantea una forma de ser iglesia en la que se afirma que no hay otra forma de ser iglesia salvo en relación con otros. La iglesia local aislada e independiente no tiene justificación teológica. Gunton también reclama que la comunidad a la que pertenecemos en este momento no es la que necesariamente habríamos elegido, sino que nos encontramos ubicados en una red de relaciones con otras iglesias, ¡que en muchas ocasiones nos lleva a poner a prueba la afirmación de que el evangelio reconcilia!
Un pecado del que todavía se habla es un pecado que no es fácil dejar atrás, pero reconocerlo significa que reconocemos que el evangelio nos convoca a estar en relación, en la cual descubrimos que no hay lugar para la iglesia local aislada. El evangelio nos hace libres, pero no a una libertad de los otros sino a una libertad para Cristo y su iglesia (Rom. 6.18, 22).
http://andygoodliff.typepad.com/my_weblog/2012/04/unlearning-the-myth-of-baptist-independence.html 

[1] Colin Gunton, The One, the Three and the Many (Cambridge, 1993)
[2] Colin Gunton, Theology Through the Theologians (T & T Clark, 1996)

NUEVOS BAUTISMOS

Tras los bautismos del pasado Domingo de Resurrección, tuvimos la ocasión de dar testimonio de nuestra fe y esperanza en Jesucristo con dos nuevos bautismos el domingo 15 de abril. LAUS DEO

domingo, 8 de abril de 2012

DOMINGO DE RESURRECCIÓN Y BAUTISMOS

Hoy ha sido un Domingo de Resurrección especial en nuestra iglesia, en el que seis personas han dado testimonio de su fe en Jesucristo como Señor y Salvador bajando a las aguas del bautismo. Celebramos que Jesús resucitó y que su realidad sigue trasformando vidas hoy. Y el domingo que viene (D.m.) dos bautismos más. ¡Soli Deo gloria!