miércoles, 28 de diciembre de 2011
sábado, 24 de diciembre de 2011
viernes, 23 de diciembre de 2011
sábado, 19 de noviembre de 2011
ENTREVISTA | JULIO DÍAZ PIÑEIRO, RECTOR DE LA FTUEBE
“Mantener unidas la excelencia académica y la vocación pastoral es nuestro mayor desafío, pero estamos preparados para ello”
Julio Díaz Piñeiro es Doctor en Teología por la Universidad Interamericana de Puerto Rico. Desde el año 2000 ejerce como Rector del Seminario de la Unión
Ha sido uno de los pioneros en la conquista de una antigua reivindicación del protestantismo español, desde su trabajo en la Comisión creada por FEREDEpara la mejora de la calidad de la enseñanza en los Seminarios protestantes y la adecuación de sus programas a los criterios de Bolonia. Trabajo que se ha visto recompensado, el pasado viernes 11, con la aprobación –por parte del Gobierno español- del Real Decreto que reconoce los efectos civiles de las titulaciones de los centros de formación teológica protestantes.
En la reunión constituyente que, esta semana, formalizó la estructura de la Comisión para la Acreditación de Centros y Títulos de Teología Protestante, fue elegido Presidente, cargo que ejercerá por dos años, de acuerdo a las normas internas de dicha Comisión.
Pregunta: Cuando asumió como rector del Seminario UEBE, ¿imaginó que le tocaría dirigir una institución teológica protestante en la “primera división” de la élite académica?
Respuesta: Siempre he considerado al Seminario Teológico de la UEBE una institución de prestigio –de “primera división”- en el panorama evangélico español, una posición avalada por su larga trayectoria de formación teológica en España. Sin embargo, al ser nombrado rector de la institución no podía imaginar que hoy estaríamos en la situación en la que estamos, porque era consciente de la lentitud con que se desarrollaban los Acuerdos de Cooperación entre el Estado español y la FEREDE, firmados años antes y, por otra parte, en ese momento no estábamos en condiciones de responder a los requerimientos de la Administración –si se hubieran producido entonces- para acceder a la acreditación civil de nuestro título de Teología, lo que significaba la adaptación a los criterios de Bolonia, proceso que comenzaría dos años después. Llegar a ser lo que hoy somos ha requerido tiempo, sacrificio, trabajo en equipo y amplitud de miras.
P: ¿Qué valoración le merece este logro, desde el punto de vista de la normalización religiosa en nuestro país?
R: Políticamente, supone un paso más –y muy importante- en la aplicación de la Ley de Libertad Religiosa de 1980 y de los Acuerdos de Cooperación entre el Estado español y las iglesias evangélicas o protestantes, como corresponde a un Estado de derecho como es el nuestro, pero sobre todo valoro que nuestros gobernantes reconozcan que el pueblo evangélico de España no es una minoría religiosa insignificante, sin protagonismo social, sino que cuenta con personas, instituciones y programas de calidad, a la altura de los criterios que una sociedad desarrollada como la nuestra exige.
P: ¿Y desde el punto de vista académico, como Rector de una Facultad, qué oportunidades y desafíos supone?
R: Ser Facultad de Teología supone ser parte de la comunidad universitaria, con los deberes y obligaciones que ello conlleva. En lo que se refiere a oportunidades, ganamos en presencia social, los estudios teológicos protestantes pasan a ser de interés público, los alumnos y alumnas de las instituciones teológicas acreditadas verán premiados sus esfuerzos con un título universitario de validez civil, que les abre nuevas oportunidades de formación, la posibilidad de solicitar becas, participar en actividades educativas diversas, etc. Pero también es cierto que tendremos que velar por la calidad de nuestra enseñanza, revisar nuestros métodos pedagógicos, actualizar nuestros recursos formativos y estar siempre preparados para responder a las demandas de la Administración en lo que al cumplimiento de nuestras obligaciones académicas se refiere. Todo ello sin perder nuestra razón de ser, que nos es otra que seguir formando a las personas que se sienten llamadas por Dios al ministerio cristiano. Mantener unidas la excelencia académica y la vocación pastoral es nuestro mayor desafío, pero estamos preparados para ello.
P: A partir de ahora, los estudiantes de las Facultades de Teología protestantes acreditadas, podrán obtener un Título de Grado. En el caso de la UEBE, institución que usted dirige, el reconocimiento civil llega hasta el ‘Master’ en Teología. ¿Qué oportunidades ofrece esto al estudiante?
R: Hoy en día, los estudios de Master están ganando terreno en el ámbito universitario. El Master supone especialización, profesionalización, preparación para la docencia, y las instituciones teológicas protestantes no pueden quedar al margen de esta realidad. Estamos seguros de que existen muchos licenciados y profesionales cristianos que, sin tener una vocación particular por la teología o la pastoral, sí están dispuestos a hacer una incursión específica en el terreno del pensamiento teológico y la pastoral protestantes desde su condición profesional, sin tener que ser pastores para poder hacerlo. No sentimos satisfechos de ser uno de los centros que ofrezcan próximamente esta posibilidad, atendiendo a una necesidad real.
P: Ahora ya podrá decirse que “Doctores tiene la iglesia...” ¡Protestante...!
R: Ya los tiene desde hace tiempo..., y muy buenos.
P: ¿Qué pasará con los titulados con anterioridad a este plan de estudios? ¿Existirá algún camino para la homologación de sus titulaciones? ¿Podrán convalidar sus estudios en alguna medida?
R: Debemos se conscientes de que la publicación del Real Decreto que acredita a efectos civiles los títulos de algunas de nuestras instituciones teológicas no es más que el primer paso en un largo camino todavía por recorrer. Ahora deben continuar las negociaciones con la Administración, que siempre estarán sujetas al marco legal vigente. La Ley prevé las condiciones en que las convalidaciones y homologaciones han de darse, y eso es lo que tendremos en cuenta en todos los casos. Ahora hay que de dejar trabajar a la Comisión para la Acreditación de Centros y Títulos de Teología Protestante, que acaba de constituirse, a fin de que se establezcan los mecanismos y procedimientos que correspondan que, como ya he dicho, están establecidos por Ley y se aplicarán rigurosamente, sin concesiones particulares.
P: Hay quienes temen que el reconocimiento civil de las titulaciones pudiera limitar la autonomía de los Centros de formación a la hora de establecer requisitos de admisión a estudiantes, o la principal orientación de tales instituciones hacia la formación de pastores. ¿Puede tranquilizarlos...?
R: El reconocimiento civil de las titulaciones reconoce la existencia de las Normas de Régimen Interno en cada uno de los centros teológicos beneficiarios de dicho reconocimiento. Esas Normas regulan el funcionamiento interno de los centros, de acuerdo a lo que cada uno de ellos tenga establecido, lo que afecta a los requisitos de admisión, entre otros. La Administración se ha comprometido a respetar la autonomía interna de cada centro, como lo hace con otras instituciones académicas, y no tenemos ninguna duda de que así va a ser. Por otra parte, ya mencioné antes que el reconocimiento académico no está en contradicción con la vocación de los centros acreditados, que ha sido, es y será la formación para la tarea pastoral. De hecho, los nuevos planes de estudios dan mucha importancia a la formación pastoral en el proceso formativo, equilibrando sabiamente teoría y práctica, como venimos haciendo desde hace ya mucho tiempo. De nuestras aulas han de seguir saliendo, y saldrán, personas con vocación, formación académica, espíritu de servicio, comprometidas con la misión de Dios y dispuestas a dar lo mejor de sí mismos a los demás por amor a Cristo. No tendríamos razón de existir si así no fuese.
P: ¿Y en cuánto a la “armonización de los programas”? Las coincidencias entre las primeras cinco facultades teológicas que ya han obtenido el reconocimiento civil de sus titulaciones se estiman actualmente en un 80%. ¿No supone esa armonización la aplicación de un “rodillo” sobre las singularidades teológicas y señas de identidad de los Seminarios?
R: Todo lo contrario. Esta armonización es el resultado de un excelente trabajo en equipo entre las instituciones acreditadas. Llegamos a ella desde el respeto a la identidad teológica y denominacional de cada uno de los centros, que se han asegurado de preservar dicha identidad en sus planes de estudios, facilitando, a su vez, la movilidad de estudiantes, como establece la Ley para los estudios de rango universitario. Llegar a la armonización ha sido posible porque tenemos más en común que en desacuerdo, lo que transmite una imagen positiva del colectivo protestante español.
P: ¿Cuál será a partir de ahora el trabajo de la Comisión recientemente constituida y que usted preside?
R: Como su nombre indica, la misión de esta Comisión es velar por la calidad de la formación teológica protestante en España y el cumplimiento de la Ley en lo que a ésta respecta, lo que afecta primeramente a los cinco centros ya acreditados, y estudiar las futuras solicitudes de acreditación de otros centros, asegurándose de que estos cumplan los requisitos exigidos. Pero antes es necesario establecer un reglamento de actuación, lo que esperamos hacer en diciembre, y reunirnos con las autoridades educativas para concretar los efectos prácticos de lo que ya ha sido aprobado por Real Decreto.
P: Pues, gracias por atendernos y le deseamos a usted y a la Comisión que preside el mayor de los éxitos en el trabajo que tienen por delante.
Fuente: ACTUALIDAD EVANGÉLICA, Madrid, 15 de noviembre de 2011
El Gobierno español aprueba el RD que reconoce los efectos civiles de los títulos de teología protestantes
(MADRID, 11/11/2011) Era una noticia esperada, pero no por ello menos celebrada dentro del colectivo protestante, en particular por los miembros de la recién constituida Comisión para la Acreditación de Centros y Títulos de Teología Protestante, quienes han visto premiado, de este modo, el largo y esforzado trabajo de las instituciones de Formación Teológica Protestante por mejorar la calidad de su enseñanza y adecuar sus programas a los criterios de Bolonia. Finalmente, el Consejo de Ministros ha aprobado hoy el Real Decreto quereconoce los efectos civiles de los Títulos de Teología de los Centros de Formación Teológica protestantes.
Presidido por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el Consejo de Ministros de hoy, 11 de noviembre, contó con la presencia de todos los miembros del Gabinete a excepción de le vicepresidenta de Asuntos Económicos y ministra de Economía Hacienda, Elena Salgado, que se encuentra de visita oficial en China.
UNA LARGA Y COMPLEJA TRAMITACIÓN
Esta semana ya se sabía que el borrador del Real Decreto (RD) estaba listo y que había recibido el dictamen favorable del Consejo de Estado, último paso, previo a la aprobación por parte del Consejo de Ministros. Sin embargo, nadie se atrevía a “echar las campanas al vuelo” hasta que el RD no fuera aprobado de forma definitiva. Había sido un camino largo y difícil hasta llegar a este punto y -a pesar del trabajo puntual de la Comisión de rectores protestantes-, había dudas sobre si se podría cumplir con todos los pasos de la tramitación, para ser aprobado antes del cambio de Gobierno, es decir, antes de la consulta electoral del 20-N.
El pasado 8 de julio, dicha tramitación había avanzado un paso muy importante al conocerse el informe favorable de la Agencia Nacional de
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El Ministro Ramón Jáuregui |
A finales de septiembre, el Secretario Ejecutivo de Ferede recibía una cartadel Ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, en la que le informaba de que “el Real Decreto para reconocimiento y la regulación de efectos civiles a los títulos de teología de los centros superiores de Graduado y Master afiliados a su federación –en desarrollo de la disposición adicional undécima de la Ley Orgánica 4/2007, de 12 de abril, de Universidades- se encuentraen el último tramo de su tramitación”.
Decía en su carta, el Ministro, que el RD ya había sido sometido a la consulta del Consejo de Rectores de Universidades y que el Gobierno lo había remitido al Consejo de Estado para su dictamen y posterior aprobación por el Consejo de Ministros. “Cuente con mi apoyo para la agilización de estos trámites”, añadía.
El apoyo del Ministro de la Presidencia- sin duda clave para la feliz resolución de esta larga y compleja tramitación- se produce como consecuencia de la reunión que, unos meses antes, el pasado 7 de marzo, éste mantuvo con el secretario ejecutivo Mariano Blázquez, quien solicitara la entrevista "para hablar sobre el escaso –o nulo- avance en el desarrollo de los Acuerdos de Cooperación firmados por el Estado con los protestantes en la pasada legislatura, pese a las buenas palabras e intenciones expresadas en diversas ocasiones por los representantes del Gobierno".
El Ministro se mostró entonces comprensivo con las inquietudes expresadas por los representantes de Ferede y se comprometió a trasladarlas a los responsables de las distintas áreas del Gobierno con competencias en cada materia.
Entre esos asuntos, se encontraba, precisamente, el Reconocimiento de efectos civiles a los títulos de teología.
PRIMERAS VALORACIONES
Las primeras valoraciones de esta importante noticia no se han hecho esperar. Pedro Sanjaime, Rector de la Facultad Internacional de Teología IBSTE, destaca la experiencia del trabajo de la Comisión en unidad y se muestra convencido de que Dios ha usado las circunstancias sociales, políticas y económicas para responder a la oración de Su Pueblo, respecto a este objetivo:
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Rector Pedro Sanjaime |
Sanjaime también se muestra agradecido a Ferede y a sus compañeros de trabajo en la Comisión: “Quiero expresar también mi gratitud a la FEREDE y a mis colegas Rectores de las Facultades por su integridad y compañerismo", dice.
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Prof. Fernando Méndez |
En términos parecidos se ha expresado Fernando Méndez, profesor de Nuevo Testamento y Exégesis en la Facultad de Teología UEBE, quien subraya el “hito histórico” que supone este reconocimiento para el trabajo de las instituciones de formación teológica protestantes: “No obtenemos el reconocimiento a algo nuevo, que no estuviera antes. Es la confirmación de que años de dedicación a la formación de hombres y mujeres para el servicio cristiano han sido el fundamento y los pilares de los programas docentes que el Estado ahora acredita”, señala.
Insiste, Méndez, en que “lo que se ha presentado a la administración del Estado para su reconocimiento, son programas educativos para la formación, principalmente, de pastores y obreros de las iglesias... que atienden a diferentes áreas que la formación y práctica de dicha vocación requieren: espiritual, bíblica, intelectual, pastoral, ministerial...”. Por ello, para el profesor de la Facultad Teológica UEBE, este reconocimiento civil supone “el reconocimiento de que todo eso se hace con buen criterio académico y excelencia”.
LA TAREA POR DELANTE
La recién constituida Comisión para la Acreditación de Centros y Títulos de Teología Protestante tiene ahora por delante el camino allanado para seguir trabajando por la calidad de la enseñanza teológica,la armonización de programas y la acreditación de aquellos Centros de Estudios que deseen obtener el reconocimiento a los efectos civiles de sus titulaciones.
Todo ello sin perjuicio de la identidad y carácter propio de cada Seminario que, además, mantendrán sus propios criterios de admisión, de énfasis doctrinales y en cuanto a su orientación a la formación de pastores.
Al día de la fecha, los centros de formación que han obtenido el reconocimiento civil de sus titulaciones son los siguientes: Facultad de Teología UEBE; Facultad de Teología IBSTE, Facultad de Teología SEUT (en la modalidad presencial y a distancia); Facultad de Teología Asambleas de Dios (CSTAD); y Facultad Adventista de Teología.
A partir de ahora, los alumnos que estudien en estas Facultades de Teología protestantes, previa aprobación de las pruebas de acceso a la Universidad, recibirán un Título de Grado en Teología, que les permitirá realizar estudios de postgrado (maestría y doctorado), en cualquier Universidad española o extranjera, dentro del área de Humanidades, lo que sin duda constituye un importante estímulo para aquellos estudiantes capaces, que aspiren a una formación teológica y académica superior.
Viernes, 11 de Noviembre de 2011 13:02 Escrito por ACTUALIDAD EVANGÉLICA
Se constituye formalmente la Comisión para Acreditación de Centros y Títulos de Teología Protestante

(MADRID / FEREDE, 09/11/2011) El pasado lunes 7 se constituyó formalmente la Comisión de Acreditación de Centros y Títulos de Teología Protestante.
La reunión constituyente se celebró en las oficinas de la Federación de Entidades Religiosas
COMPOSICIÓN DE LA COMISIÓN
. Facultad de Teología UEBE
. Facultad de Teología IBSTE
. Facultad de Teología SEUT
. Facultad de Teología ASAMBLEAS DE DIOS
. Facultad Adventista de Teología
A los citados rectores se añadirán, eventualmente, "expertos independientes" vinculados al ámbito universitario y rectores de otros seminarios o facultades que estén interesados en los fines de
La reunión constituyente también nombró, por unanimidad, a un Presidente y a un Secretario, responsabilidades que recayeron sobre Julio Díaz Piñeiro (UEBE) y Miguel Ángel Roig(Adventistas), respectivamente.
Los cargos de la Comisión tendrán una duración de dos años, pudiendo ser reelegidos.
PRIMER PASO DECISIVO
El trabajo intenso y fecundo de la Comisión recibió su mayor y más importante reconocimiento el pasado 8 de julio, al conocerse el informe favorable de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) sobre las titulaciones expedidas por cinco de nuestros Seminarios de Teología protestantes.
Esos primeros cinco centros, que presentaron su solicitud de acreditación (otros han decidido esperar para más adelante), son:
Este informe es un paso clave para el Reconocimiento de los efectos civiles para estas titulaciones que luego ha de plasmarse, mediante la elaboración por parte de los Ministerios de Justicia y Educación de un Real Decreto Ley, para su posterior aprobación por el Consejo de Ministros.
RECONOCIMIENTO CIVIL DE LOS TÍTULOS
Los seminarios bíblico-teológicos son los instrumentos tradicionales de los que se han dotado las iglesias evangélicas (2.440 iglesias pertenecientes a Ferede), para formar a sus ministros de culto y teólogos protestantes. Estas instituciones existen en España desde hace décadas (100 años en algún caso) y se han ido formando paralelamente al surgimiento de las diferentes Iglesias evangélicas en España. Las enseñanzas de muchos de estos centros no tienen un nivel universitario y en algunos casos, aunque su carga lectiva sea equivalente, no pretenden (al menos por el momento), que su formación sea objeto de reconocimiento civil.
Sin embargo, algunos de los más importantes seminarios protestantes españoles, que imparten una formación de nivel universitario, desean el reconocimiento civil de sus estudios religiosos de acuerdo a lo previsto en los Acuerdos de Cooperación y, más recientemente, en la disposición adicional undécima de la Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Universidades (LOMLOU).
Con esta perspectiva, desde el año 2003 estos Centros han trabajado de manera coordinada para armonizar y mejorar sus enseñanzas (actualmente hay coincidencias en más de un 80% en sus programas, sin perjuicio de las señas de identidad de cada institución académica), cooperar entre sí, y adaptarse a los criterios de Bolonia.
FEREDE, por su parte, estableció la Comisión para la Acreditación de Centros y Títulos de Teología Protestante para facilitar esta tarea y para poder tramitar el reconocimiento de efectos civiles de sus titulaciones.
El esfuerzo de los seminarios y de la Comisión ha merecido la pena y cinco de nuestras instituciones teológicas acaban de dar un paso decisivo para lograr este importante hito histórico para el protestantismo español, que ahora necesita la promulgación del Real Decreto para su oficialización.
FUENTE: ACTUALIDAD EVANGÉLICA | FOTO: M. Gala
viernes, 23 de septiembre de 2011
Andavert, nuevo presidente de World Vision España
martes, 14 de junio de 2011
SEPARACIÓN IGLESIA/ESTADO...
En una batalla perdida, como es la de la mantener a la(s) iglesia(s) independiente(s) de los fondos estatales, consuela pensar que aún hay convencidos de la causa, por más que anónimos. En la foto aparece un cartel que encontré en el suelo, en la pasada Feria del Libro de Madrid. Simple pero, sin duda, elocuente.
domingo, 5 de diciembre de 2010
NOVEDAD NOVEDOSA

jueves, 25 de noviembre de 2010
Church Dogmatics
Por cierto, si alguien se pregunta cómo se puede obtener una obra así en un tiempo como éste, os digo que es un esfuerzo económico importante, pero a la vez relativo. Gracias al acuerdo entre las editoriales T&T Clark y Hendrickson, se puede adquirir esta obra por tan sólo $99,99, en christianbook.com
viernes, 8 de octubre de 2010
LA PALABRA

lunes, 12 de julio de 2010
lunes, 7 de junio de 2010
¿Exégesis contextualizada?
Al concluir la segunda de sus exposiciones, en la que el profesor Aguirre expuso ejemplos bíblicos que mostraban el valor que aportan a la interpretación bíblica las ciencias sociales, hubo un tiempo de preguntas. Fue la última de éstas, la que me hizo pensar, especialmente la respuesta a la misma.
Aguirre puso el ejemplo de un profesor de Biblia en Alemania, catedrático de una prestigiosa universidad germana, que había aceptado un puesto de profesor en una universidad norteamericana, donde ‘le pagaban más’. Ya disponía de todos los medios, recursos y prestigios posibles, pero aún así marchó a EEUU. Frente a esta situación, contraponía la experiencia propia de hacer interpretación de las Escrituras en, por ejemplo, El Salvador, bajo un árbol, bajo un sol y calor ‘de justicia’. La idea es contraponer una situación ‘fuera de la realidad’ (¿?), el despacho, secretarias, bibliotecas y buena posición social en Alemania, frente a una situación vital ‘muy real y cierta’, la de la gente humilde de El Salvador.
Todo esto, para llegar a concluir en la necesidad de hacer exégesis bíblica contando con la experiencia vital, la cercanía a la realidad, la mayor proximidad al contexto vital bíblico de las gentes de Latinoamérica. No sé si estaré haciendo una lectura excesivamente tendenciosa de las palabras de Aguirre si añado, ‘desde el lugar del pobre’. En definitiva, afirmó que para hacer teología, para interpretar correctamente las escrituras necesitamos, en un proceso que denominó ‘recontextualizar el texto’, usar las herramientas de la exégesis científica pero, además, la perspectiva de las gentes de Latinoamérica (lugar en el que, Aguirre afirma, se lee más la Biblia).
Debo reconocer que la respuesta me dejó perplejo. No es que no esté familiarizado con el enfoque, ni que aprecie el valor de lo que aporta. Pero no pude dejar de sentirme fuera de lugar, y lo que me preocupa aún más, de que se quedaban fuera de lugar las gentes de Europa. Soy un estudiante de la Biblia europeo, que enseño y sirvo a la iglesia del Señor en Europa (podría hacerme la víctima diciendo que ser bautista en España es tan marginal como pocas cosas en este mundo, pero…).
Sin que mis observaciones siguientes sean presentadas en orden de prioridad o importancia, me permito ‘pensar en voz alta’ y plantear(me):
- Acepto la crítica a la imposición teológica desarrollada durante siglos por iglesias y teólogos anglos y germanos en el mundo en desarrollo. Es una suerte de imperialismo necesario de corregir.
- Necesitamos desarrollar una teología contextualizada, en las que el Evangelio responda a las situaciones vitales de sus lectores.
- Si lo afirmado anteriormente es cierto, ¿por qué repetir el error de descontextualizar la teología, haciendo que los europeos leamos las Escrituras desde la óptica trasatlántica del sur, o del norte? Más allá de los esfuerzos por una teología global, ¿habremos de descartar esfuerzos de reflexión teológica en Europa o EEUU? ¿Sólo teología de la culpa?
- Creo que es caricaturesco pensar que todos en Europa son ricos y pudientes y que, por tanto, en Europa sólo hay que hacer teología conscientes de la realidad ‘allende los mares’. ¿No tenemos nada que decir a los millones de inmigrantes y desplazados que llenan nuestras capitales? ¿No hay reflexión posible para las amplias clases medias que componen nuestras ciudades, porque comen todos los días? ¿Ni para los pequeños comerciantes que ven cerrarse el negocio familiar de toda una vida? ¿No hay esperanza Evangélica para los millones de parados, que ciertamente no viven en una favela, pero que pierden sus empleos y no pueden hacer frente a sus hipotecas y se ven abocados al desahucio? ¿Debemos ignorar las necesidades de nuestra juventud, porque pertenecen a la generación de Internet y del videojuego, y no atenderles en su crisis personal y de futuro? ¿Debemos decir a tantos profesionales cualificados sin empleo que no se quejen más, por la suerte que tienen de haber estudiado aunque sus vidas estén sin perspectiva? ¿No habremos de ejercitar nuestra vocación profética y denunciar la construcción social que hacen nuestros políticos, sobre el fundamento económico? ¿Haremos irrelevante la crisis de valores que sufren nuestras sociedades, porque en definitiva no es más que peccata minuta, frente a tragedias en otros lugares?
- ¿No hay cierta inclinación a la condena a priori en la constante descalificación de la teología y los teólogos europeos? ¿Cuánto tiempo tendremos que estar disculpándonos por ese oneroso pasado? ¿Cuándo podremos hacer teología para Europa, sin que se lea y juzgue desde sensibilidades foráneas, y por tanto descontextualizadas para nosotros? ¿No hay necesidad de encarnar el Evangelio en Europa y para Europa?
- Me resulta paternalista que teólogos europeos, por más españoles que sean, aunque cercanos y solidarios con Latinoamérica y simpatizantes con las teologías de la liberación, asuman que son la voz de los pobres. Y esto también podría decirse de teólogos latinoamericanos. Podría poner suficientes ejemplos de cuan diferentes (y cuasi-burgueses) acaban siendo esos intelectuales ‘de la liberación’. ¿Cuán real y fidedigna es esa voz? ¿Se reconocen en ella los pobres? Leía a un teólogo argentino que afirmaba que la teología de la liberación eligió a los pobres, y los pobres eligieron a los pentecostales, lo cual refleja bastante bien la situación, creo. El profesor Antonio González, en una más que recomendable reflexión sobre el tema afirma:
Recordemos que una de las intuiciones fundamentales de esa teología era
precisamente la "perspectiva del pobre''. La teología de la liberación afirmaba
que los pobres se encuentran en una situación privilegiada para entender el
Evangelio. Por eso el Evangelio de Jesús y de las primeras comunidades
cristianas se había dirigido primeramente a los pobres. La teología, se decía,
tiene que aprender de los pobres. La teología, se decía, es acto segundo,
mientras que la práctica cristiana, especialmente la de los pobres, es el acto
primero. Cuando los pobres no actúan tal como esa teología había previsto, ¿hay
que solucionar simplemente el asunto declarándolos alienados e ignorantes? ¿O
hay que revisar críticamente esa teología? Se trata de un dilema importante,
porque es precisamente la fidelidad a uno de los principios de esa teología lo
que inevitablemente parece conducirnos más allá de la misma, al menos más allá
de sus formas clásicas. No se trata de la fidelidad a un principio meramente
teológico. Se trata de un principio que parece anclado claramente en el
testimonio del Evangelio. Y se trata de la fidelidad y del respeto a los pobres
mismos y a su experiencia religiosa. En lugar de querer ser "voz de los sin
voz'', ¿no tiene sentido tratar de escuchar las voces de los pobres y de sus
iglesias, aunque esas voces suenen estridentes a los oídos cultos y medio
europeos de los teólogos? (Antonio González, “El pasado de la teología y el
futuro de la liberación”. http://www.centroseut.org/articulos/s2/separ049.pdf).
domingo, 30 de mayo de 2010
ESTOY CANSADO (rectificación)
¡Estoy cansado! por Ricardo Gondim
¡Me cansé! Entiendo que el mundo evangélico no admite que un pastor confiese su cansancio. Conozco muchos pasajes de la Biblia que prometen restaurar a los inválidos. Comprendo que el profeta Isaías enseña que Dios restaura las fuerzas de aquel que ha perdido el vigor. También se que Jesús da alivio a los cansados. Por eso, ya me preparo para las censuras de aquellos que van a escandalizarse con mi confesión y considerarán que soy un derrotista. Sin embargo, no puedo disimular: me encuentro exhausto.
No, no me cansé de Dios o de mi vocación. Continúo entusiasmado con lo que hago; amo a Dios, como también amo a mi familia y a mis amigos. Permanezco esperanzado. Mi agotamiento tiene otras fuentes.
Me cansa el discurso repetitivo y absurdo de aquellos que mercadean con la Palabra de Dios. Ya no aguanto más que se tomen versículos sacados del Antiguo Testamento, que se aplicaban a Israel, para vender ilusiones a quienes llenan las iglesias buscando alivio. Esa posibilidad mágica de revertir una realidad cruel me destruye, porque se que es pura propaganda engañosa. Me cansé de los programas radiales donde los pastores no anuncian más los verdaderos contenidos del evangelio; porque gastan el tiempo alardeando las virtudes de sus propias instituciones. Causa hastío saber de las infinitas campañas y reuniones de oración, todas con el propósito exclusivo de abarrotar sus templos. Considero a los amuletos evangélicos cosas horribles. Me cansé de tener que estar explicando la abismal diferencia que existe entre la verdadera fe bíblica y las creencias populares supersticiosas.
Me cansa la lectura simplista que algunos sectores evangélicos hacen de la realidad. Me siento triste cuando percibo que la injusticia social es vista como una conspiración satánica, y no como fruto de una construcción social perversa. No se consideran los siglos de preconceptos, ni que existe una economía perversa que opera privilegiando a las elites desde hace siglos. No aguanto más cultos para atar demonios o para quebrar las maldiciones que están sobre Brasil y sobre el mundo.
Me cansa la aburrida repetición de las teologías sin creatividad ni riqueza poética. Siento lástima de los teólogos que se contentan reproduciendo lo que otros escribieron hace siglos. Presos por los moldes de sus escuelas teológicas, no logran admitir que existen otros puntos de vista en la lectura de las Escrituras. Conviven con una teología prefabricada. No alcanzan a ver su pobreza porque creen que basta profundizar en el conocimiento “científico” de la Biblia, y develarán los misterios de Dios. La aridez fundamentalista agota mis fuerzas.
Me cansan los estereotipos pentecostales. Que doloroso es observarlos: sin una nueva visitación del Espíritu Santo, buscan crear ambientes espirituales con gritos y manifestaciones emocionales. No hay nada más desolador que un culto pentecostal con una coreografía cuidadosa, pero sin vitalidad espiritual. Me cansé, incluso, de los chistes contados por los propios pentecostales sobre los dones espirituales.
Me cansé de escuchar historias sobre evangelistas extranjeros que vienen a soplar sobre las multitudes. Me dejan desanimado porque sé que provocan a las personas a “caer bajo el poder el Dios” para sacar fotografías o grabar el acontecimiento y después hacer fortunas en sus países de origen.
Me cansan las preguntas que me hacen sobre la conducta cristiana y el legalismo. Recibo todos los días varios mensajes electrónicos de personas que me preguntan si pueden beber vino, usar piercing, hacerse tatuajes, recibir tratamiento con acupuntura, etc. La lista es enorme y parece inacabable. Me cansa esa mentalidad pequeña, que no sale de las insignificancias, que no concibe un ejercicio religioso más noble; que no piensan en los grandes temas. Me cansa la gente que necesita bozales, que no sabe ser libre y no logra caminar con principios. Considero intolerable convivir con aquellos que se conforman a una existencia bajo el dominio de la ley y no del amor.
Me cansan los libros evangélicos traducidos al portugués. No tanto por las traducciones mal realizadas, tampoco por los ejemplos tomados del golf o del béisbol, que nada tienen que ver con nuestra realidad. Me cansan los paquetes prefabricados y el pragmatismo. Ya no aguanto más libros con diez leyes o veintiún pasos para cualquier cosa. No logro entender como una iglesia tan vibrante como la brasileña necesita copiar los ejemplos del Norte, donde la abundancia es tanta que los profetas denuncian el pecado de la complacencia entre los creyentes. Me cansé de tener que opinar si estoy de acuerdo o no con un nuevo modelo de iglecrecimiento copiado y que está siendo adoptado aquí en Brasil.
Me cansa la falta de belleza artística de los evangélicos. Hace poco tiempo fui a ver un show de música evangélica, sólo para salir de allí devastado. La música era mediocre, la poesía ordinaria, y lo peor, se percibía el interés comercial tras el evento. Que diferente del día que me senté en la sala San Pablo, para escuchar la música que Johann Sebastian Bach (1685-1750) compuso sobre los últimos capítulos del Evangelio de San Juan. Bajo la batuta del maestro, subimos al Gólgota. La sala se llenó de un encanto mágico en los primeros acordes; cerré los ojos y me sentí en un templo. El maestro era un sacerdote y nosotros, la platea, una asamblea de adoradores. No logré contener mis lágrimas en los movimientos de los violines, oboes y trompas. Aquella belleza no era de este mundo. Envueltos en misterio, transcendíamos la mecánica de la vida y nos transportábamos para el lugar donde Dios habita. Mis lágrimas en aquel momento también fluían con pesar por la distancia estética de la actual cultura evangélica, contenta con tan poca belleza.
Me cansa tener que explicar que no todos los pastores son ambiciosos y que las iglesias no existen para enriquecer a su liderazgo. Me cansé de tener que dar explicaciones todas las veces que hago cualquier negocio en nombre de la iglesia. Tengo que demostrar que nuestra iglesia no tiene ninguna deuda impaga, que no es rica y que vivimos con un presupuesto ajustado. No existe nada más extenuante que ser obligado a demostrar, a familiares y amigos no evangélicos, que aquel último escándalo del periódico no representa a la gran mayoría de los pastores que viven dignamente.
Me cansan las vanidades religiosas. Es agobiante observar a los líderes que adoran cargos, posiciones y títulos. Desprecio los acuerdos políticos que arreglan las elecciones para los altos puestos denominacionales. Me cansé de las vanidades académicas, con las maestrías y los doctorados que solo enriquecen los currículos y generan una tonta soberbia. No soporto escuchar que otro más se autoproclamó “apóstol”.
Sé que estoy cansado, sin embargo, no permitiré que mi cansancio me vuelva cínico. Decidí luchar para no atrofiar mi corazón.
Por eso, elijo no participar de una máquina religiosa que fabrica íconos. No me pelearé por los primeros lugares en las fiestas solemnes patrocinadas por gente importante. Jamás ofreceré mi nombre para componer la lista de oradores de cualquier conferencia. Renuncio a querer adornar mi nombre con títulos de cualquier especie. No deseo ganar aplausos de auditorios famosos.
Buscaré la convivencia de los pequeños grupos, preferiré comer con los amigos más queridos. Mi refugio será al lado de personas simples, pues quiero aprender a valorar los momentos sencillos de la vida. Leeré más poesía para entender el alma humana, más novelas para continuar soñando y mucha buena música para hacer la vida más hermosa. Deseo meditar otras veces delante de la puesta del sol para, en silencio, agradecer a Dios por su fidelidad. Quiero volver a orar en lo secreto de mi cuarto y a leer las Escrituras como una carta de amor de mi Padre.
Es posible que otros se encuentren tan cansados como yo. Si ese es tu caso, te invito a cambiar de agenda; romper con las estructuras religiosas que absorben las energías; volver al primer amor. Jesús afirmó que de nada sirve ganar el mundo entero y perder el alma. Todavía hay tiempo de salvar la nuestra.
Soli Deo Gloria.
martes, 18 de mayo de 2010
MISIÓN MADRID
- 40 puntos de testimonio bautista
- 3000 miembros bautizados
¿Cómo llevaremos adelante este reto?
- Motivando a cada iglesia constituida a abrir, al menos, un nuevo punto de testimonio.
- Ayudando a que los puntos de misión existentes se conviertan en iglesias estables y crecientes.
Los recursos con los que contamos son diversos, pero nada puede sustituir la dedicación y testimonio de cada creyente, de cada iglesia local. Este es el fundamento de MADRID 2015. Iglesias ilusionadas y comprometidas en la misión cristiana de hacer discípulos. A esto se suma la Comunidad Bautista de Madrid, como agente de acompañamiento en la tarea. Un acompañamiento activo que supone:
- Facilitación de recursos
- Formación en la visión y el desempeño misionero
- Evaluación periódica del proyecto
Para este propósito creamos MISIÓN MADRID, un encuentro anual en el que las iglesias podrán atender seminarios formativos, recibir información sobre recursos y materiales disponibles para la tarea, intercambiar experiencias, conocer agencias misioneras especializadas, entre otros.
El encuentro de este año tendrá lugar el sábado 22 de mayo, a las 10:00 horas. El lugar del evento será la iglesia bautista "El Buen Pastor" (Pza. Getafe, 1. Madrid) Este es el programa:
10:00 – 10:45 Bienvenida y presentación temática
10:45 – 11:00 Presentación periódico “Puerta Abierta”
11:00 – 11:15 Ministerio “Decisión”
11:15 – 11:30 Ministerio “Nueva Luz”
11:30 – 12:15 Descanso + visita stands
12:15 – 12:30 Ministerio “Sociedad Bíblica”
12:30 – 12:45 Ministerio “TCCH”
12:45 – 13:05 Experiencia “Toledo”
13:05 – 13:25 Experiencia “Alcobendas”
13:25 – 13:45 Reto MEM-CBM
13:45 – 14:00 Oraciones – Despedida
¡NO TE LO PIERDAS!