lunes, 30 de septiembre de 2013
sábado, 7 de septiembre de 2013
REFLEXIONES SOBRE UN CONGRESO DE TEOLOGÍA
Este fin de semana se está celebrando el 33 Congreso de Teología de
la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII, bajo el título ‘La Teología de
la Liberación, Hoy’. La Juan XXIII aglutina a buena parte de los sectores más
progresistas dentro de la Iglesia Católica Romana de España, contando con la
participación de algún que otro teólogo protestante. Destaca su énfasis en “hacer
de la opción preferencial por los pobres marco básico y lugar epistemológico de
la reflexión teológica”.
Para muchos evangélicos, tan solo los términos aludidos hasta ahora
–católico; Juan XXIII; progresistas; opción preferencial por los pobres; Teología
de la Liberación- nos pueden llevar a percibir la Asociación como algo ajeno a
su realidad, a su forma de entender y vivir la fe. Ese no es ‘el/su evangelio’.
Si a eso añadimos que el lugar de reunión es la sede de un sindicato comunista,
el desencuentro con un buen número de evangélicos no podría ser mayor.
El congreso de este año tiene una serie de ponencias de las que me
gustaría destacar algunos de los títulos:
La
situación económica y política del mundo
Testimonios
de liberación
Diálogos
sobre feminismo, derechos humanos y teología de la liberación en Europa
Otro
mundo es necesario: Justicia y solidaridad
La
iglesia de los pobres
Ciertamente, no es nuestra jerga evangélica habitual. No son los
temas que aparecen en nuestras reuniones, convenciones o asambleas denominacionales.
Sin embargo, no dejo de preguntarme, al pensar en esos temas y sus
implicaciones, si no son los temas que Jesús mismo trataba, aunque lo hiciera
con palabras y gestos propios de su tiempo. Su condena de las riquezas y el
materialismo; su respaldo a los pobres y destituidos sociales; las advertencias
a los ricos; las experiencias liberadoras de mujeres y marginados; la llegada
de una forma distinta de ser y hacer en el mundo, por medio del reino de los
cielos que en él se encarna e inaugura.
No sé cómo irá el congreso. Posiblemente no hablen el mismo lenguaje
que hablamos muchos de los evangélicos y carezca de nuestra especial
sensibilidad hacia ‘lo espiritual’. Pero quizás apunta en mejor dirección que muchos
de nosotros, asumiendo el reto de intentar dar sentido a las palabras de Jesús:
«El Espíritu del Señor está sobre
mí,
por cuanto me ha ungido para dar
buenas nuevas a los pobres;
me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón,
a pregonar libertad a los
cautivos
y vista a los ciegos,
a poner en libertad a los
oprimidos
y a predicar el año agradable del
Señor»
jueves, 25 de julio de 2013
OFICINA DE PRENSA DE FEREDE
Comunicado de FEREDE con
motivo del trágico accidente ferroviario en Galicia
(Redacción,
25/07/2013) Con motivo del trágico accidente ferroviario acontecido anoche en
las proximidades de Santiago de Compostela, la Federación de Entidades
Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) ha emitido un comunicado que ha
enviado, entre otros destinatarios, al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, expresando la solidaridad y apoyo del pueblo evangélico
español, junto con el compromiso de orar “para que el consuelo, la esperanza y la paz del
Señor Jesucristo puedan alcanzar a todos los compostelanos y gallegos, hoy
conmocionados y entristecidos por esta dolorosa tragedia”.
He
aquí el texto completo del comunicado:
He
aquí el texto completo del comunicado:
FEDERACIÓN DE ENTIDADES RELIGIOSAS EVANGÉLICAS DE ESPAÑA
Madrid, jueves 25 de julio de 2013
Ante la noticia del trágico
accidente ferroviario acontecido ayer en las proximidades de la capital
gallega, con el resultado de un elevado número de víctimas mortales y heridos,
deseamos expresar, en nombre de las iglesias y entidades evangélicas y
protestantes de toda España integradas en FEREDE, nuestras más sentidas
condolencias y solidaridad para con los familiares de las víctimas mortales y
para con los heridos, deseando a estos últimos una pronta y completa
recuperación.
Del mismo modo, queremos hacer
extensiva nuestra solidaridad y apoyo a las autoridades y a todo el personal
médico y asistencial, cuerpo de bomberos, policía, psicólogos, etc., así como
al conjunto de los ciudadanos de Santiago de Compostela y alrededores que,
desde el primer momento, han estado y están trabajando sin descanso para
asistir a las víctimas y a sus familiares.
Por último, oramos a Dios para que
el consuelo, la esperanza y la paz del Señor Jesucristo puedan alcanzar a
todos los compostelanos y gallegos, hoy conmocionados y entristecidos por esta
dolorosa tragedia.
Vuestros en Cristo,
José Luis Andavert Escriche (Presidente)
Mariano Blázquez Burgo. (Secretario
Ejecutivo)
Fuente:
FEREDE | Redacción: Actualidad Evangélica
VÍDEO DEL ACCIDENTE FERROVIARIO
miércoles, 10 de julio de 2013
PASTORAL
Estoy leyendo el último (?) libro
de Justo L. González, Breve historia de la preparación ministerial,
editado por CLIE (2013). Acabo de empezar, y espero hacer una reseña del mismo
en breve. Pero antes de adentrarme más en un libro que, a pesar de breve, me
parece muy pertinente e interesante, quisiera compartir algunas reflexiones
personales acerca del ministerio pastoral.
Es evidente que hablo desde una
perspectiva subjetiva pero no carente de criterio. El hecho de pertenecer a una
de las familias del protestantismo histórico español me da una cierta
perspectiva espacial y temporal. Mi ubicación profesional en un centro
histórico de formación teológica protestante en España, y mis más de 20 años de
experiencia pastoral (además de ser hijo de pastor) me permiten tener una perspectiva
suficientemente informada y amplia de situaciones que se están dando en el área
del ministerio pastoral. Eso, por no mencionar mi experiencia ministerial y
formativa fuera de España, que aumentaría los parámetros de análisis.
La perspectiva y percepción del
ministerio pastoral está cambiando en los últimos años. Soy parte de una
generación de pastores que ronda los cincuenta años (¡a mí aún me faltan unos
cuantos para llegar!), por lo que he conocido una forma de entender qué es ser
pastor y, a su vez, veo a mi alrededor esos cambios que rompen con la
perspectiva más tradicional. Al mirar a estos cambios, tan solo pretendo
reflexionar sobre aquellos valores en el ministerio pastoral que creo son atemporales,
por más que los tiempos cambien. A eso me quiero ceñir. Los aspectos
contextuales cambiantes y cambiables los dejo para mejor ocasión.

Otra idea denostada pero importante como pocas cosas,
me parece a mí, es la del sermón dominical como ‘alimento espiritual para la
semana’; esto ha perdido su función. Soy consciente de que no se mantiene una
vida espiritual de domingo a domingo, pero no se ha mejorado nada con púlpitos
que son tarimas de entretenimiento, donde la centralidad de la Palabra y la
exégesis y exposición fiel del texto (y contextualizada) se sustituyen con
multitud de experiencias y anécdotas, que entretienen al auditorio pero que les
deja tan vacíos como entraron. Qué lejos quedan esos sermones que envigorizaban
a la congregación y que les encauzaban para afrontar la semana. Los pastores ya
no predican con frecuencia, porque siempre hay un invitado interesante o porque
hay alguien que ‘también lo hace bien’ (¡qué duda cabe!), ya que están muy
ocupados en otros menesteres ‘más importantes’. Cuán grave error cometemos al
descuidar dos elementos fundamentales (que no únicos) en la proyección del
ministerio de un pastor sobre su iglesia: la cercanía personal y el púlpito. Se
me ocurren pocos casos de pastores que, cuidando el púlpito y apacentando a la
grey, hayan fracasado en sus ministerios.
Otro elemento de cambio en la percepción del
ministerio pastoral es la movilidad. Un pastor siempre tiene la maleta a medio
hacer, creíamos, aunque después el Señor le tenga toda una vida en una misma
congregación. Pero muchos hoy no están dispuestos a pagar el precio que el
llamamiento al ministerio pastoral requiere. Alguien me decía que ser pastor no
significa ir como un caracol ‘con la casa a cuestas’. Y eso es cierto, en
parte; porque sí lo requiere y debe ser asumido. Hoy, ya desde el proceso de
formación, aquellos que sienten el llamamiento pastoral alegan que no se les
puede pedir que abandonen sus ciudades de origen, ni sus trabajos, ni sus
comodidades (legítimamente obtenidas) para, por ejemplo, ir al seminario. Todo debe
girar a su alrededor; hay que llevarles la formación a la puerta de casa y solo
pueden pastorear su iglesia local. ‘Lo otro ya no se lleva’.
Dejo la reflexión aquí. Creo que son aspectos
suficientes (aunque no exhaustivos) para ver que se está produciendo un cambio
y, en estos casos, no creo que para mejor. El pastor como guía cercano de
individuos y congregación, frente a gerentes poco accesibles, con objetivos de
marketing empresarial y no según los criterios contraculturales del Reino de Dios;
el valor de la calidad y continuidad en el sermón dominical, frente a la
alternancia y entretenimiento; la entrega y renuncia vital por el llamamiento
ministerial, como un modelo de vida, entregada, discipular y ejemplar. Cercanía,
desde la Palabra y como modelo de vida, son aspectos irrenunciables de la
pastoral.
Cuando los pastores nos quejamos de lo devaluado que
está el ministerio pastoral, sin duda hay razón en la queja. Las iglesias y el
liderazgo denominacional han denostado, en muchos casos, la figura pastoral de
manera injusta. Pero en otras ocasiones, los propios pastores hemos contribuido
a ese descrédito. Si nada de lo que era característico de un pastor ya le es
propio, pues muchos otros lo pueden hacer, y ya no se quiere pagar el precio de
dejarlo todo para responder al más hermoso llamamiento que persona alguna pueda
recibir, entonces, ‘cualquiera puede ser pastor’, y por tanto, sobran los
pastores. El efecto péndulo de esta situación lo estamos viendo en el creciente
acercamiento de las iglesias a modelos pastorales muy autoritarios y
verticales, donde ‘el pastor es pastor’. Aquellos polvos trajeron estos lodos.
lunes, 17 de junio de 2013
REVISTA PROTESTANTE DE TEOLOGÍA
El claustro de profesores de la
Facultad Protestante de Teología UEBE anuncia la publicación
de su nueva revista académica:
Multidisciplinar
Desde una perspectiva Protestante
Autores nacionales e internacionales de primer nivel
Artículos de reflexión, formación y actualización teológica
Para más información, pincha:
domingo, 19 de mayo de 2013
¡FELIZ PENTECOSTÉS! - HAPPY PENTECOST!
"...recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra" (Hechos 1.8)
EL RETO CONTINÚA HOY DE SER TESTIGOS DE LA ESPERANZA DE JESÚS PARA TODA LA TIERRA
jueves, 9 de mayo de 2013
lunes, 29 de abril de 2013
LOS ÚLTIMOS AÑOS EN LA VIDA DE PABLO
He recibido el programa oficial de uno de los eventos académicos de más altura de este año en el campo de los estudios neotestamentarios:
CONGRESO INTERNACIONAL:
LOS ÚLTIMOS AÑOS DE LA VIDA DE PABLO
El elenco de ponentes internacionales es extraordinario, reuniendo a biblistas e historiadores de primera línea para analizar una figura y un periodo tan fundamentales en el origen del movimiento cristiano: John Barclay (Durham); N.T. Wright (St. Andrews); Loveday Alexander (Sheffield); Udo Schnelle (Halle); Jörg Frey (Zürich), entre otros.
Para más información:
http://insaf.arquebisbattarragona.cat/ftp/218_20130306081749.pdf
Agradezco a mi compañero y amigo Salvador Villar por informarme inicialmente de este excelente congreso.
jueves, 25 de abril de 2013
AFRONTANDO EL SUFRIMIENTO
He leído (y traducido) esta reflexión en un blog y me ha hecho pensar y empatizar con su autor, así como con tantas víctimas de un sufrimiento que les desborda y que, con frecuencia, aconsejamos mal. A ver qué os parece.
Confrontando la mentira de que Dios
no le dará más de lo que puede soportar
Ni que decir tiene que ya he tenido suficiente.
Sé que no estoy solo. Por más que las últimas tres semanas han sido duras
para mí, sé que algunas personas han tenido que afrontar mucho más y por mucho
más tiempo. Pero eso no cambia el hecho de que esto ha sido doloroso para mí y
mi esposa. A la vista de todo esto, honestamente puedo decir que no siento
ninguna presión para ser el "pastor" y tener la respuesta para esto.
Honestamente, ni siquiera como pastor tengo una respuesta para esto. Mis
preguntas a Dios sobre la realidad de lo que mi familia ha experimentado en las
últimas tres semanas son las mismas preguntas que cualquiera le haría.
¿Por qué?
¿Por qué no intervienes?
¿Por qué no haces algo?
¿Por qué no lo arreglas?
¿Por qué no pudiste apartar las nubes y darnos un respiro?
¿Por qué todo a la vez?
¿Por qué?
No sólo me siento bien haciendo esas preguntas, sino que creo que hay
algo santo y sagrado en ser lo suficientemente valiente como para preguntarlo.
No se deje engañar, esas preguntas son sólo para valientes. Es fácil recurrir a
tópicos cristianos diseñadas para hacer que las personas se sienten mejor con
la teología de pegatinas y panfletos. Pero axiomas insípidos sirven de poco ante
el estado real de ruptura del mundo. Es más valiente hacer las preguntas
difíciles a Dios y esperar a que responda, a encontrar esperanza junto a una taza
de café. Esas preguntas requieren valor, ya que, al final, es muy probable que
no sean contestadas.
En definitiva, no se trata de las preguntas. Detrás de las preguntas hay
una profunda corriente de emoción que amenaza con superarnos. Pero muy a
menudo, cuando la fractura del universo amenaza con tragarnos en nuestro dolor,
no somos capaces de conseguir afrontar plenamente nuestras emociones. En estos
momentos creo que hacemos una de dos cosas. O hacemos las preguntas, pero nunca
investigamos qué emoción está impulsando esas preguntas, o se recurre a algún
lema cristiano banal para tratar de hacernos sentir mejor.
Esta experiencia me obligó a pensar en una de esas frases que se
suelen usar cuando alguien está pasando un mal momento: Dios no te va a dar más
de lo que puedas soportar. Si me permite el atrevimiento, vamos a llamar las
cosas por su nombre:
¡Chorradas!
Que se lo digan a
un sobreviviente de Auschwitz.
Que se lo digan al
hombre que perdió a su mujer y a su hijo en un accidente de coche.
Que se lo digan a
la chica cuya inocencia le fue robada por la fuerza.
Que se lo digan a
la persona aplastada bajo el peso de la depresión y la ansiedad.
Que se lo digan a
los niños que acaban de saber que uno de sus padres tiene una enfermedad
terminal.
Sentimientos anémicos, deficientes que no se sostendrán en un mundo
que no es como debería ser.
Ahora que ya he dicho lo que siento, quiero respaldar esta discusión
con alguna evidencia bíblica real. Esta declaración en particular, que
"Dios no te dará más de lo que puedas soportar," ni siquiera está en
la Biblia. Hay una declaración que suena parecida. 1 Corintios 10:13 dice:
"No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es
Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que
dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar."
Pero note que el versículo trata sobre la tentación. Eso es todo. Usted no va a
ser tentado más de lo que puede hacer frente. Este texto no está diciendo que
usted no experimentará más de lo que pueda soportar. Esa idea no es bíblica. Si
hay algo cierto es todo lo contrario. Mire este texto:
Porque
hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos
sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados
sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza
de conservar la vida. Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en
nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos; (2 Corintios
1:8-9, énfasis del autor).
Posteriormente, Pablo escribe que cuando es débil la fuerza de Cristo
se manifiesta. En otras palabras, cuando no podemos aguantarlo más. Cuando
estamos hartos. Cuando ya es demasiado. Cuando no nos queda nada. Cuando
estamos vacíos. Cuando estamos más allá de nuestra capacidad de afrontarlo.
Entonces, en ese momento, se ve la fuerza del Dios de la resurrección. Hasta
que no llegamos a ese punto, confiamos en nosotros mismos, pensando que podemos
soportar y afrontar el problema.
No me oiga diciendo que me regocijo por el último par de semanas. No
lo hago. Ni una sola vez he bailado alrededor de nuestra casa gritando, "¡Sí,
sufrimiento!" En cambio, en medio del daño y del dolor, espero activamente
que Dios haga algo. Yo no sé qué. No sé cuándo. Pero estoy esperando que el
Dios de la resurrección nos sane. Estoy esperando que Dios nos restaure. Estoy
esperando que él redima esta situación. Estoy esperando que él haga esto y voy
a estar activamente buscando y esperando que haga algo. Creo que la espera expectante sólo puede ocurrir cuando cambiamos
nuestros débiles tópicos en una fe auténtica que se agarra a Dios con todo el
peso de nuestra emoción y dolor. Sólo entonces puede verse la salvación.
Pero ese cambio requiere coraje.
viernes, 12 de abril de 2013
EL JUICIO DE DIOS COMO ACTO DE GRACIA
"Pero, además, es también un acto de gracia el juicio con el que Dios impone su justicia. La teología y la Iglesia se han acostumbrado equivocadamente a contemplar el juicio y la gracia divinas como alternativas. Sin embargo, hemos de aprender que Dios se muestra también como el Dios clemente en el acto de juzgar, y precisamente en este acto. Sería un Dios no clemente, si dejara que la injusticia siguiera su curso. Dios no sería precisamente clemente, si no fuese el Juez. Porque, en tal caso, sería la historia del mundo la que tuviera la última palabra. Entonces los asesinos triunfarían al fin sobre sus víctimas. Por consiguiente, si hay una justicia de Dios, entonces esa justicia no puede pasar de largo por el juicio de Dios, sino que tiene que pasar a través de la gracia (de la clemencia) de la acción divina de juzgar.
Este aspecto es también de considerable importancia, porque conduce al centro del Evangelio de la justificación del pecador. En efecto, el Evangelio es -en su centro- la palabra de la cruz (1 Cor 1, 18). Y la cruz es un patíbulo. La cruz habla de muerte y de perecer. Si el Evangelio de la gracia de Dios se identifica con la palabra de la cruz, esto quiere decir que la justicia de Dios no transige llegando a compromisos con la injusticia de este mundo, sino que ha condenado esa injusticia en la persona de Jesucristo, destinándola a perecer. Precisamente por eso, la muerte de Jesucristo es la muerte del pecador. En Jesucristo, que -él mismo- no conoció pecado (2 Cor 5, 21), nosotros hemos sido crucificados juntamente con él (Gál 2, 19; Rom 6, 6) y hemos muerto juntamente con él (Rom 6, 8) -esta es una faceta de la afirmación neotestamentaria de que Cristo murió por nosotros (es decir, murió en lugar nuestro) la muerte del pecador-. La justicia de Dios no pasa sencillamente por alto el pecado del mundo, sino que se impone sobre la injusticia, cuando en la muerte de Jesucristo la condena a perecer y la hace perecer. El crucificado sale garante de que la injusticia será eliminada del mundo. En la cruz se pronuncia el juicio sobre esta injusticia. Y esto ya es gracia.
Sin embargo -y ésta es la otra faceta de aquella afirmación del Nuevo Testamento- ese final negativo de la injusticia y de la culpa humana está orientado positivamente hacia un nuevo comienzo. En efecto, la justicia de Dios es la suma de una riqueza de relaciones, bien ordenada, que Dios no se reserva a sí mismo -como quien dice, en un arranque de egoísmo divino-, sino que comparte con su pueblo, al elegirlo como socio del pacto con Él. El concepto extrabíblico de la justicia tiene primariamente la tarea de garantizar la igualdad entre iguales. Por el contrario, la justicia de Dios se comparte a sí misma con quien es totalmente desigual. La justicia de Dios no es un atributo divino reservado para Dios, sino que es un atributo que Él comparte con otros: Dios es justo al hacer justos a otros.
La imagen contraria y negativa es lo que la Sagrada Escritura denomina pecado: a saber, el impulso a imponer los propios derechos a costa de otros y a ser, por tanto, el prójimo de uno mismo."
Eberhard Jüngel, El Evangelio de la Justificación del Impío (Salamanca: Sígueme, 2004), pp. 110-111
domingo, 31 de marzo de 2013
HE IS RISEN, INDEED!
Hoy he tenido la gozosa oportunidad de rememorar la resurrección del Señor con mi familia en la Immanuel Baptist Church. Es domingo de resurrección y vamos a la iglesia con mayor ilusión y expectativa, pues en este día del calendario cristiano recordamos y celebramos de manera especial lo que da sentido a nuestra fe. ¡El Señor resucitó, y tanto la vida como la esperanza de su plenitud se abren para nosotros!
Como decía, el tiempo de culto ha sido inspirador. Destaco de manera especial, por más que habitual, el sermón predicado por el pastor y compañero de Facultad David Dixon, lleno de enseñanza e inspiración ('cada pastor un teólogo; cada teólogo un pastor', reza el dicho de la Reforma), así como la intervención del coro de la iglesia que interpretó de manera magistral e inspiradora el 'Aleluya' de Haendel. Pero algo que me ha conmovido de manera especial ha sido un acto sencillo, pero lleno de significado. Dado el carácter internacional de nuestra comunidad, se invitó a representantes de distintas nacionalidades y etnias a declarar en su idioma o dialecto que el Señor ha resucitado, "The Lord is risen", a lo que la congregación respondía en cada ocasión, "he is risen, indeed". Alrededor de treinta formas diferentes de proclamar la resurrección del Señor, que llenó mis ojos de lágrimas. Algo tan sencillo y, a la vez, tan poderoso. Gente de todo raza y nación confesando la auténtica vida en Jesucristo. En un mundo donde los pueblos viven enfrentados, donde la vida es vejada y privada de su dignidad de tantas formas y maneras, la iglesia unida protesta contra esa maldad y confiesa la vida auténtica que viene de Dios, quien levantó a Jesús de los muertos y a nosotros nos da nueva vida.

¡EL SEÑOR RESUCITÓ!
Haya, pues, en vosotros este mismo sentir
que hubo también en Cristo Jesús,
que hubo también en Cristo Jesús,
el cual, siendo en forma de Dios,
no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo,
hecho semejante a los hombres;
y estando en la condición de de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo,
y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla
de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre.
(Filipenses 2.5-11)
¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?
No está aquí sino que ha resucitado.
(Lucas 24.5-6)
Si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación,
vana es también nuestra fe.
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos.
(1ª Corintios 15.14, 20)
martes, 19 de marzo de 2013
¡DÍA DEL PADRE!

Aunque mis hijas saben que siempre son mi mejor regalo, también saben de alguna que otra debilidad en mí: ¡Gracias Pris y Laura por vuestro cariño y por estos magníficos libros!
lunes, 4 de marzo de 2013
CUADERNOS 'FE Y VIDA'
Lunes. Aunque, generalmente, soy de los que a una semana le sigue otra sin excesiva pausa, es difícil evitar el contagio de cierta aversión a los lunes. Por eso, cuando esta mañana me dirigía a mi despacho, encontré en mi casillero de correo de la facultad un libro. A un bibliófilo como yo, un libro le alegra el día; de hecho, en estos días de crisis, incluso la semana. Así que el lunes empieza bien.
El libro es el primero de un proyecto de confección
de material educativo creado por mi buen amigo (de 20 años ya), Félix González, pastor de la
Primera Iglesia Bautista de Madrid. La colección se denomina “Cuadernos ‘Fe y
Vida’” que
pretende ser un recurso para la
instrucción de la fe cristiana y su capacitación para la vida en la sociedad
postmoderna, por eso cada lección traza líneas y tiende puentes entre el texto
bíblico y la vida cotidiana.
La colección “Cuadernos Fe y Vida” es un proyecto
de gran valor. Las iglesias bautistas (hablo de mi realidad denominacional)
hemos enfatizado tradicionalmente la escuela bíblica dominical como un entorno
fundamental en la formación bíblica de la comunidad de fe, con clases de
estudio de las Escrituras para todas las edades. Históricamente, hemos
dependido, fundamentalmente, del (valioso) material proveniente de la editorial
Casa Bautista de Publicaciones (El Paso, Texas). El tiempo ha
requerido una contextualización de los materiales usados a la realidad española, así como una mejor
presentación pedagógica, lo que ha llevado a muchos a producir sus propios
materiales o buscar otros, que, finalmente, produjeron las mismas
insatisfacciones. Además. en la mayoría de los casos, los maestros/as de la
escuela bíblica dominical son personas comprometidas con su tarea, pero no
siempre con los recursos bibliográficos y teológicos suficientes, y con poco
tiempo para la preparación de las clases, pues suelen ser personas muy ocupadas
en su vida profesional, familiar y eclesial. Necesitan un material que por sí
mismo facilite la preparación de la clase en cuestión.
Creo que el material preparado por el pastor
González puede cumplir esa función. La presentación de cada lección sigue este
esquema:
- Texto base
- Contexto
- Idea principal
- Explicación del texto
- Para la vida y la enseñanza
- Preguntas sobre el texto
- Actualización
Hay algo muy inteligente en la forma de trabajar de
Félix González. Fiel a la tradición homilética germana propia de su formación,
el sermón recibe gran elaboración, oración, además de mimo y cuidado al ponerse
por escrito. De ahí que sus sermones han dado lugar a sus libros, y, ahora, a
este material de escuela bíblica dominical o de estudio en grupos de hogar. No
hay desperdicio en el esfuerzo realizado, y las energías puestas en el sermón
se perpetúan en los libros, alcanzando así a una audiencia más amplia.
Sé, porque yo también lo he hecho regularmente, que
somos muchos los pastores que durante años preparamos nuestro propio material
de escuela bíblica dominical, insatisfechos del que está a nuestra disposición,
por no responder a nuestras expectativas y contexto vital y eclesial. Un
material que, en la mayoría de los casos, no pasa del momento en que se
imparte y que, en el mejor de los casos, pasa a ocupar algún espacio en el disco
duro del ordenador. Me permito reiterar, por tanto, una petición, a estas
alturas un clamor, que llevamos haciendo a nuestros líderes denominacionales
durante años: que dediquen atención, interés, recursos, acción para la creación
de material educativo autóctono. Tenemos gente capacitada y con criterio para
llevar la tarea adelante. A las pruebas me remito.
Interesados
en este material, pueden solicitarlo aquí: fgonzalezmoreno@hotmail.com
martes, 26 de febrero de 2013
Presentación "Protestantismo y Crisis"
En un acto académico bien representado, el profesor Máximo García Ruiz presentó en público su libro 'Protestantismo y Crisis', una obra que aporta una reflexión pertinente y oportuna al tiempo que nos toca vivir. El marco fue la Facultad Protestante de Teología UEBE, En la foto, de derecha a izquierda, el Dr. Julio Díaz Piñeiro, rector de la Facultad, quien tuvo a su cargo la presentación del acto y del autor; en el centro, el autor de la obra; finalmente, un servidor, quien tuvo a su cargo la presentación de la obra.
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