lunes, 29 de abril de 2013

LOS ÚLTIMOS AÑOS EN LA VIDA DE PABLO

He recibido el programa oficial de uno de los eventos académicos de más altura de este año en el campo de los estudios neotestamentarios:

CONGRESO INTERNACIONAL: 
LOS ÚLTIMOS AÑOS DE LA VIDA DE PABLO

El elenco de ponentes internacionales es extraordinario, reuniendo a biblistas e historiadores de primera línea para analizar una figura y un periodo tan fundamentales en el origen del movimiento cristiano: John Barclay (Durham); N.T. Wright (St. Andrews); Loveday Alexander (Sheffield); Udo Schnelle (Halle); Jörg Frey (Zürich), entre otros.

Para más información: 
http://insaf.arquebisbattarragona.cat/ftp/218_20130306081749.pdf

Agradezco a mi compañero y amigo Salvador Villar por informarme inicialmente de este excelente congreso.

jueves, 25 de abril de 2013

AFRONTANDO EL SUFRIMIENTO


He leído (y traducido) esta reflexión en un blog y me ha hecho pensar y empatizar con su autor, así como con tantas víctimas de un sufrimiento que les desborda y que, con frecuencia, aconsejamos mal. A ver qué os parece.

Confrontando la mentira de que Dios no le dará más de lo que puede soportar

Las últimas tres semanas han sido las más difíciles que he vivido. Estas tres semanas han estado llenas de enfermedad; los terribles tres (los terribles dos son una absoluta mentira [el autor se refiere a la creencia popular de que los niños a los dos años de edad pasan a ser muy difíciles de manejar]); un amigo que sufre la consecuencia del pecado; un ministerio de vértigo del que soy parte en confusión y dolor; he tenido que cancelar un viaje para celebrar el 60 cumpleaños de mis padres; y nuestra familia experimenta la montaña rusa emocional de saber que mi mujer está embarazada y que el embarazo era ectópico y podría ser mortal para mi esposa si no se le pone fin.

Ni que decir tiene que ya he tenido suficiente.

Sé que no estoy solo. Por más que las últimas tres semanas han sido duras para mí, sé que algunas personas han tenido que afrontar mucho más y por mucho más tiempo. Pero eso no cambia el hecho de que esto ha sido doloroso para mí y mi esposa. A la vista de todo esto, honestamente puedo decir que no siento ninguna presión para ser el "pastor" y tener la respuesta para esto. Honestamente, ni siquiera como pastor tengo una respuesta para esto. Mis preguntas a Dios sobre la realidad de lo que mi familia ha experimentado en las últimas tres semanas son las mismas preguntas que cualquiera le haría.

   ¿Por qué?
   ¿Por qué no intervienes?
   ¿Por qué no haces algo?
   ¿Por qué no lo arreglas?
   ¿Por qué no pudiste apartar las nubes y darnos un respiro?
   ¿Por qué todo a la vez?
   ¿Por qué?

No sólo me siento bien haciendo esas preguntas, sino que creo que hay algo santo y sagrado en ser lo suficientemente valiente como para preguntarlo. No se deje engañar, esas preguntas son sólo para valientes. Es fácil recurrir a tópicos cristianos diseñadas para hacer que las personas se sienten mejor con la teología de pegatinas y panfletos. Pero axiomas insípidos sirven de poco ante el estado real de ruptura del mundo. Es más valiente hacer las preguntas difíciles a Dios y esperar a que responda, a encontrar esperanza junto a una taza de café. Esas preguntas requieren valor, ya que, al final, es muy probable que no sean contestadas.

En definitiva, no se trata de las preguntas. Detrás de las preguntas hay una profunda corriente de emoción que amenaza con superarnos. Pero muy a menudo, cuando la fractura del universo amenaza con tragarnos en nuestro dolor, no somos capaces de conseguir afrontar plenamente nuestras emociones. En estos momentos creo que hacemos una de dos cosas. O hacemos las preguntas, pero nunca investigamos qué emoción está impulsando esas preguntas, o se recurre a algún lema cristiano banal para tratar de hacernos sentir mejor.

Esta experiencia me obligó a pensar en una de esas frases que se suelen usar cuando alguien está pasando un mal momento: Dios no te va a dar más de lo que puedas soportar. Si me permite el atrevimiento, vamos a llamar las cosas por su nombre:

¡Chorradas!

Que se lo digan a un sobreviviente de Auschwitz.
Que se lo digan al hombre que perdió a su mujer y a su hijo en un accidente de coche.
Que se lo digan a la chica cuya inocencia le fue robada por la fuerza.
Que se lo digan a la persona aplastada bajo el peso de la depresión y la ansiedad.
Que se lo digan a los niños que acaban de saber que uno de sus padres tiene una enfermedad terminal.

Sentimientos anémicos, deficientes que no se sostendrán en un mundo que no es como debería ser.

Ahora que ya he dicho lo que siento, quiero respaldar esta discusión con alguna evidencia bíblica real. Esta declaración en particular, que "Dios no te dará más de lo que puedas soportar," ni siquiera está en la Biblia. Hay una declaración que suena parecida. 1 Corintios 10:13 dice: "No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar." Pero note que el versículo trata sobre la tentación. Eso es todo. Usted no va a ser tentado más de lo que puede hacer frente. Este texto no está diciendo que usted no experimentará más de lo que pueda soportar. Esa idea no es bíblica. Si hay algo cierto es todo lo contrario. Mire este texto:

Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida. Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos; (2 Corintios 1:8-9, énfasis del autor).

Posteriormente, Pablo escribe que cuando es débil la fuerza de Cristo se manifiesta. En otras palabras, cuando no podemos aguantarlo más. Cuando estamos hartos. Cuando ya es demasiado. Cuando no nos queda nada. Cuando estamos vacíos. Cuando estamos más allá de nuestra capacidad de afrontarlo. Entonces, en ese momento, se ve la fuerza del Dios de la resurrección. Hasta que no llegamos a ese punto, confiamos en nosotros mismos, pensando que podemos soportar y afrontar el problema.

No me oiga diciendo que me regocijo por el último par de semanas. No lo hago. Ni una sola vez he bailado alrededor de nuestra casa gritando, "¡Sí, sufrimiento!" En cambio, en medio del daño y del dolor, espero activamente que Dios haga algo. Yo no sé qué. No sé cuándo. Pero estoy esperando que el Dios de la resurrección nos sane. Estoy esperando que Dios nos restaure. Estoy esperando que él redima esta situación. Estoy esperando que él haga esto y voy a estar activamente buscando y esperando que haga algo. Creo que la espera expectante sólo puede ocurrir cuando cambiamos nuestros débiles tópicos en una fe auténtica que se agarra a Dios con todo el peso de nuestra emoción y dolor. Sólo entonces puede verse la salvación.

Pero ese cambio requiere coraje.

viernes, 12 de abril de 2013

EL JUICIO DE DIOS COMO ACTO DE GRACIA

"Pero, además, es también un acto de gracia el juicio con el que Dios impone su justicia. La teología y la Iglesia se han acostumbrado equivocadamente a contemplar el juicio y la gracia divinas como alternativas. Sin embargo, hemos de aprender que Dios se muestra también como el Dios clemente en el acto de juzgar, y precisamente en este acto. Sería un Dios no clemente, si dejara que la injusticia siguiera su curso. Dios no sería precisamente clemente, si no fuese el Juez. Porque, en tal caso, sería la historia del mundo la que tuviera la última palabra. Entonces los asesinos triunfarían al fin sobre sus víctimas. Por consiguiente, si hay una justicia de Dios, entonces esa justicia no puede pasar de largo por el juicio de Dios, sino que tiene que pasar a través de la gracia (de la clemencia) de la acción divina de juzgar.
Este aspecto es también de considerable importancia, porque conduce al centro del Evangelio de la justificación del pecador. En efecto, el Evangelio es -en su centro- la palabra de la cruz (1 Cor 1, 18). Y la cruz es un patíbulo. La cruz habla de muerte y de perecer. Si el Evangelio de la gracia de Dios se identifica con la palabra de la cruz, esto quiere decir que la justicia de Dios no transige llegando a compromisos con la injusticia de este mundo, sino que ha condenado esa injusticia en la persona de Jesucristo, destinándola a perecer. Precisamente por eso, la muerte de Jesucristo es la muerte del pecador. En Jesucristo, que -él mismo- no conoció pecado (2 Cor 5, 21), nosotros hemos sido crucificados juntamente con él (Gál 2, 19; Rom 6, 6) y hemos muerto juntamente con él (Rom 6, 8) -esta es una faceta de la afirmación neotestamentaria de que Cristo murió por nosotros (es decir, murió en lugar  nuestro) la muerte del pecador-. La justicia de Dios no pasa sencillamente por alto el pecado del mundo, sino que se impone sobre la injusticia, cuando en la muerte de Jesucristo la condena a perecer y la hace perecer. El crucificado sale garante de que la injusticia será eliminada del mundo. En la cruz se pronuncia el juicio sobre esta injusticia. Y esto ya es gracia.
Sin embargo -y ésta es la otra faceta de aquella afirmación del Nuevo Testamento- ese final negativo de la injusticia y de la culpa humana está orientado positivamente hacia un nuevo comienzo. En efecto, la justicia de Dios es la suma de una riqueza de relaciones, bien ordenada, que Dios no se reserva a sí mismo -como quien dice, en un arranque de egoísmo divino-, sino que comparte con su pueblo, al elegirlo como socio del pacto con Él. El concepto extrabíblico de la justicia tiene primariamente la tarea de garantizar la igualdad entre iguales. Por el contrario, la justicia de Dios se comparte a sí misma con quien es totalmente desigual. La justicia de Dios no es un atributo divino reservado para Dios, sino que es un atributo que Él comparte con otros: Dios es justo al hacer justos a otros.
La imagen contraria y negativa es lo que la Sagrada Escritura denomina pecado: a saber, el impulso a imponer los propios derechos a costa de otros y a ser, por tanto, el prójimo de uno mismo."

Eberhard Jüngel, El Evangelio de la Justificación del Impío (Salamanca: Sígueme, 2004), pp. 110-111

domingo, 31 de marzo de 2013

HE IS RISEN, INDEED!

Hoy he tenido la gozosa oportunidad de rememorar la resurrección del Señor con mi familia en la Immanuel Baptist Church. Es domingo de resurrección y vamos a la iglesia con mayor ilusión y expectativa, pues en este día del calendario cristiano recordamos y celebramos de manera especial lo que da sentido a nuestra fe. ¡El Señor resucitó, y tanto la vida como la esperanza de su plenitud se abren para nosotros! 
El culto ha sido hermoso, pues ha sido preparado con esmero para que todo (oraciones, lecturas, música, predicación) abunde en el hecho que celebramos. Esto puede parecer una obviedad, pero desgraciadamente el alabancismo reinante en muchas de nuestras congregaciones, sumado a un   desinterés por la liturgia, hacen que todos los cultos parezcan lo mismo, sin atender a la fecha en cuestión.
Como decía, el tiempo de culto ha sido inspirador. Destaco de manera especial, por más que habitual, el sermón predicado por el pastor y compañero de Facultad David Dixon, lleno de enseñanza e inspiración ('cada pastor un teólogo; cada teólogo un pastor', reza el dicho de la Reforma), así como la intervención del coro de la iglesia que interpretó de manera magistral e inspiradora el 'Aleluya' de Haendel. Pero algo que me ha conmovido de manera especial ha sido  un acto sencillo, pero lleno de significado. Dado el carácter internacional de nuestra comunidad, se invitó a representantes de distintas nacionalidades y etnias a declarar en su idioma o dialecto que el Señor ha resucitado, "The Lord is risen", a lo que la congregación respondía en cada ocasión, "he is risen, indeed". Alrededor de treinta formas diferentes de proclamar la resurrección del Señor, que llenó mis ojos de lágrimas. Algo tan sencillo y, a la vez, tan poderoso. Gente de todo raza y nación confesando la auténtica vida en Jesucristo. En un mundo donde los pueblos viven enfrentados, donde la vida es vejada y privada de su dignidad de tantas formas y maneras, la iglesia unida protesta contra esa maldad y confiesa la vida auténtica que viene de Dios, quien levantó a Jesús de los muertos y a nosotros nos da nueva vida.
Por tanto, confesamos con gozo la resurrección del Señor Jesús y la nueva vida que trae, pero sin olvidar que su presencia no es completa aún. La sombra de la cruz se yergue sobre nosotros en la realidad de todos aquellos que sufren injusticia, sobre los cuales la muerte en sus múltiples expresiones aún impera. De estos debemos hacer nuestro su sufrimiento, hasta que a ellos la vida también les alcance y juntos podamos confesar, "el Señor resucitó, ¡aleluya!"

¡EL SEÑOR RESUCITÓ!

Haya, pues, en vosotros este mismo sentir 
que hubo también en Cristo Jesús,
el cual, siendo en forma de Dios,
no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo,
hecho semejante a los hombres;
y estando en la condición de de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo,
y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla
de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre.
(Filipenses 2.5-11)


¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?
No está aquí sino que ha resucitado.
(Lucas 24.5-6)

Si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, 
vana es también nuestra fe.
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos.
(1ª Corintios 15.14, 20)

martes, 19 de marzo de 2013

¡DÍA DEL PADRE!


Aunque mis hijas saben que siempre son mi mejor regalo, también saben de alguna que otra debilidad en mí: ¡Gracias Pris y Laura por vuestro cariño y por estos magníficos libros!

lunes, 4 de marzo de 2013

CUADERNOS 'FE Y VIDA'


Lunes. Aunque, generalmente, soy de los que a una semana le sigue otra sin excesiva pausa, es difícil evitar el contagio de cierta aversión a los lunes. Por eso, cuando esta mañana me dirigía a mi despacho, encontré en mi casillero de correo de la facultad un libro. A un bibliófilo como yo, un libro le alegra el día; de hecho, en estos días de crisis, incluso la semana. Así que el lunes empieza bien.

El libro es el primero de un proyecto de confección de material educativo creado por mi buen amigo (de 20 años ya), Félix González, pastor de la Primera Iglesia Bautista de Madrid. La colección se denomina “Cuadernos ‘Fe y Vida’” que

pretende ser un recurso para la instrucción de la fe cristiana y su capacitación para la vida en la sociedad postmoderna, por eso cada lección traza líneas y tiende puentes entre el texto bíblico y la vida cotidiana.

La colección “Cuadernos Fe y Vida” es un proyecto de gran valor. Las iglesias bautistas (hablo de mi realidad denominacional) hemos enfatizado tradicionalmente la escuela bíblica dominical como un entorno fundamental en la formación bíblica de la comunidad de fe, con clases de estudio de las Escrituras para todas las edades. Históricamente, hemos dependido, fundamentalmente, del (valioso) material proveniente de la editorial Casa Bautista de Publicaciones (El Paso, Texas). El tiempo ha requerido una contextualización de los materiales usados a la realidad española, así como una mejor presentación pedagógica, lo que ha llevado a muchos a producir sus propios materiales o buscar otros, que, finalmente, produjeron las mismas insatisfacciones. Además. en la mayoría de los casos, los maestros/as de la escuela bíblica dominical son personas comprometidas con su tarea, pero no siempre con los recursos bibliográficos y teológicos suficientes, y con poco tiempo para la preparación de las clases, pues suelen ser personas muy ocupadas en su vida profesional, familiar y eclesial. Necesitan un material que por sí mismo facilite la preparación de la clase en cuestión.

Creo que el material preparado por el pastor González puede cumplir esa función. La presentación de cada lección sigue este esquema:
  1. Texto base
  2. Contexto
  3.  Idea principal
  4. Explicación del texto
  5. Para la vida y la enseñanza
  6. Preguntas sobre el texto
  7. Actualización
Son encomiables el esfuerzo y la tenacidad que Félix pone en este proyecto, en concreto, y al hecho de escribir y publicar libros, en general. Cuando habla sobre su obra, lo hace con pasión. Incluso mira a su jubilación con ilusión (aunque todavía le falta, por suerte para su iglesia) porque así podrá dedicarse a escribir. Madruga mucho para escribir y así no quitarle horas a su trabajo eclesial. Y el esfuerzo merece la pena. Sus libros van llenando nuestras estanterías y cubriendo ese espacio necesario de autores protestantes españoles, que poco a poco van creando un pensamiento bíblico, teológico y pastoral autóctono, contextualizado.

Hay algo muy inteligente en la forma de trabajar de Félix González. Fiel a la tradición homilética germana propia de su formación, el sermón recibe gran elaboración, oración, además de mimo y cuidado al ponerse por escrito. De ahí que sus sermones han dado lugar a sus libros, y, ahora, a este material de escuela bíblica dominical o de estudio en grupos de hogar. No hay desperdicio en el esfuerzo realizado, y las energías puestas en el sermón se perpetúan en los libros, alcanzando así a una audiencia más amplia.

Sé, porque yo también lo he hecho regularmente, que somos muchos los pastores que durante años preparamos nuestro propio material de escuela bíblica dominical, insatisfechos del que está a nuestra disposición, por no responder a nuestras expectativas y contexto vital y eclesial. Un material que, en la mayoría de los casos, no pasa del momento en que se imparte y que, en el mejor de los casos, pasa a ocupar algún espacio en el disco duro del ordenador. Me permito reiterar, por tanto, una petición, a estas alturas un clamor, que llevamos haciendo a nuestros líderes denominacionales durante años: que dediquen atención, interés, recursos, acción para la creación de material educativo autóctono. Tenemos gente capacitada y con criterio para llevar la tarea adelante. A las pruebas me remito.

Interesados en este material, pueden solicitarlo aquí: fgonzalezmoreno@hotmail.com

martes, 26 de febrero de 2013

Presentación "Protestantismo y Crisis"

En un acto académico bien representado, el profesor Máximo García Ruiz presentó en público su libro 'Protestantismo y Crisis', una obra que aporta una reflexión pertinente y oportuna al tiempo que nos toca vivir. El marco fue la Facultad Protestante de Teología UEBE, En la foto, de derecha a izquierda, el Dr. Julio Díaz Piñeiro, rector de la Facultad, quien tuvo a su cargo la presentación del acto y del autor; en el centro, el autor de la obra; finalmente, un servidor, quien tuvo a su cargo la presentación de la obra. 

jueves, 7 de febrero de 2013

PRESENTACIÓN DE LIBRO

 Una nueva obra del profesor Máximo García, que tenemos el placer de presentar en nuestra Facultad. El acto será presentado e introducido por Julio Díaz (profesor de Historia de la Iglesia y rector de la FPTUEBE) y la presentación del libro estará a cargo de un servidor. El propio autor tendrá unas palabras y firmará copias de su obra. En esta ocasión, y sólo en el día de su presentación, el libro tendrá un precio especial de 10€. Me alegrará poder verte y saludarte personalmente en este acto.

HUMOR RELIGIOSO INTELIGENTE


sábado, 19 de enero de 2013

IN MEMORIAM, QUERIDO PROFESOR Y MAESTRO

Günter Wagner

1928-2013

G
ünter Wagner, Professor Emeritus of New Testament and internationally known theologian, died peacefully in Albuquerque, New Mexico, on January 16, 2013, after a long and courageous struggle with Parkinson’s disease and Alzheimer’s.  He was 84.  He is survived by his wife Doris of Corrales, New Mexico, and his daughter Undine Wagner of Richterswil, Switzerland.

Born in Jüterbog, Germany, on July 5, 1928, Dr. Wagner was educated in his hometown until the last years of World War II.  After the war, he studied theology in Hamburg, Germany, and Zurich, Switzerland, obtaining his doctorate from the University of Zurich in 1960. 

From 1958 to 1993, Dr. Wagner taught New Testament at the International Baptist Theological Seminary in Rüschlikon, Switzerland, where he also served as Acting President in 1972 and 1982 and President ad interim in 1987.  Between 1964 and 1984, he was Visiting Professor at seminaries in Eastern Europe, the U.S. and Africa.  In 1976-1977 he was a Visiting Scholar at the Harvard Divinity School.  Following his retirement from the Rüschlikon seminary in 1994, he and his wife moved to Albuquerque, New Mexico, where he taught as Adjunct Professor in the Department of Philosophy (Religious Studies Program) of the University of New Mexico from 1995-2007. 

From the beginning of his professional career, Dr. Wagner was active in ecumenical and denominational circles.  Between 1956 to 1958, he represented the German Free Churches at the Ecumenical Centre of the Council of Churches of the Federal Republic of Germany, where he served as assistant to the well-known German anti-Nazi theologian, Martin Niemoeller.  Other responsibilities included the Faith and Order Commission of the World Council of Churches  (1968-1991), the Baptist World Alliance Commission on Cooperative Christianity (1968-1975), the Roman Catholic-World Alliance of Reformed Churches dialogue (1982-1988), and the Forum on Bilateral Conversations sponsored by the World Council of Churches and the Conference of General Secretaries of Christian World Communions. After moving to the U.S. in 1994, he was a member of the Faith and Order Task Force of the New Mexico Conference of Churches and was awarded its Ecumenical Pioneer Award in 1998.

Although a meticulous scholar and dedicated ecumenist who published widely, Günter Wagner was above all a teacher, who loved and was beloved by his students.  They awarded him the only Scroll of Honor ever presented for teaching excellence at the Baptist Theological Seminary of Rüschlikon, Switzerland (1993). He also received the Award of Appreciation for outstanding and dedicated service to the students of the University of New Mexico Religious Studies Program (May 2007).

Dr. Wagner had a great zest for life and celebrated each day, often with a glass of wine and his famous Rouladen (German meat rolls).  He thrived on good conversation and lively debates.  He will be remembered for his magnanimous spirit, his fierce and wide-ranging intelligence, his command of languages, his courtly politeness, his subtle sense of humor, his selflessness and humility, and his intellectual and moral integrity.  In the end, his greatest legacy is his students, scattered across the globe. We will miss our dear Günter terribly.  May his memory be a blessing to all who knew him.

In lieu of flowers, donations can be made to The Storehouse food bank in Albuquerque, NM, Brot für die Welt/Bread for the World in Germany, or the YWCA of Lebanon. 

jueves, 17 de enero de 2013

CIENCIA Y GÉNESIS

He encontrado este vídeo y me ha parecido interesante:

martes, 18 de diciembre de 2012

COUNSELLING

Nuestra Facultad ofrece el curso Introducción al Counselling, que tiene como finalidad proporcionar una formación general, de carácter teórico y práctico, para el ejercicio de esta modalidad de ayuda en las áreas de pastoral y ministerio cristiano. Sin duda, una capacitación y actualización necesarias hoy.


viernes, 7 de diciembre de 2012

POLÍTICA Y RELIGIÓN -RELIGIÓN Y POLÍTICA


En ‘Papeles’, el Suplemento del Cuaderno núm. 181 de la revista Cristianismo y Justicia, podemos leer la reflexión ‘¿Hacia dónde va la democracia?’, a cargo de Elvira Durán Costell. Permitidme que reproduzca literalmente unos párrafos del primer punto, La democracia en crisis:

Las causas de esta crisis son múltiples:
-       Una dinámica institucional que ha favorecido un tipo de carrera profesional política y un desarrollo de estructuras organizativas altamente burocratizadas y vinculadas a la gestión y al control del poder institucional.
-       Una desafección y un creciente desinterés por la política de mucha gente con vocación de transformación social y de servicio público, que ha redirigido su trabajo y dedicación hacia otros espacios y organizaciones, diferentes de las tradicionales.
-       Una dinámica social y cultural muy individualista, interesada y hedonista; que ha pensado que todo esto de ‘los asuntos públicos’ era una cuestión de políticos y que lo que teníamos que hacer cada uno de nosotros era vivir la vida, nuestra familia, nuestros pequeños proyectos…

No puedo negar que mi sorpresa fue mayúscula, cuando vi reflejada la realidad de una denominación o comunidad eclesial. La articulista está hablando de estructuras institucionales burocratizadas y que se dedican a su propio mantenimiento, a ser un fin en sí mismo. ¡No es un problema solo en la política! La desafección de los fieles se hace cada vez más evidente en una pronunciada introversión, en la que solo importa, en el mejor de los casos, su comunidad local (‘lo denominacional no interesa’) o proyectos puntuales y cercanos, con los que se identifican y, entonces, apoyan.

Continúa diciendo Durán Costell que…
…[l]a mayoría de los ciudadanos [miembros] piensan que las instituciones políticas [denominacionales] que tenemos, tal como funcionan en la actualidad, no nos representan… porque han cogido una dinámica de desconexión con la ciudadanía [membresía], se han burocratizado y se han alejado de las luchas sociales….
Urge reinventar estas instituciones [directivas denominacionales] para que puedan hacer frente a los nuevos retos. Una reivindicación que las vuelva a conectar con la ciudadanía [(membresía de las) iglesias]….

Añadido a esto, hace unos días asistí a la conferencia “La crisis: desafío a las reservas éticas y espirituales de las religiones”, organizada por Cristianos Socialistas (PSOE) a través del Foro Tender Puentes de Madrid. Una de las frases que llamó mi atención fue la pronunciada por José Antonio Pérez Tapias, catedrático de Filosofía de la Educación en la Universidad de Granada, diputado socialista por esa misma ciudad y cristiano. Hablando de la iglesia católica romana, en particular, y aludiendo a todas las demás en general, afirmó que la iglesia busca salvarse a sí misma, sacrificando su dimensión profética y, por tanto mostrándose deficiente en su capacidad de escucha. Esto explica, entre otras cosas, el problema de credibilidad de las iglesias.

Para el político socialista madrileño, Rafael Simancas, es imprescindible regresar a los valores, a los principios, porque "nos recuerdan quiénes y para qué somos, pero sobre todo hacia dónde vamos". Esto lo decía sobre el partido socialista, indicando la necesidad de "recuperar nuestro rumbo" e hizo un llamamiento a "una renovación de fondo" en las políticas y actitudes de los partidos, especialmente del suyo.... Para la Iglesia, "la única solución es la vuelta a Dios".

Decía el Señor, por medio del profeta Jeremías:

Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos’ (Jer. 15.19).

Nada más pertinente hoy.